Emocionante y espectacular concierto, el que se vivió la noche del sábado en el WARM UP a cargo de Viva Suecia. Los murcianos volvían al lugar en el que tan buen resultado ofrecieron el pasado año en un memorable concierto preparado con poca antelación sustituyendo a Sidonie.
Pero en esta edición regresaban con un merecido lugar de lujo que les tenía reservado el festival y en uno de los conciertos más esperados por los asistentes al mismo. Sucede que en este último año las cosas han cambiado mucho para "los suecos". Si ya el año pasado se les veía una trayectoria en ascenso meteórico, un año después ese ascenso les está haciendo tocar con sus dedos el cielo del indie patrio.
Así, cuando, poco después de la una, aparecieron gritando “Somos de Murcia” por el escenario con un recinto lleno a reventar y al ritmo de Piedad y, posteriormente, El nudo y la esperanza el público fue enseguida consciente del momento mágico que iba a vivir.
Y es que, todo el público murciano que quien más quien menos les habíamos visto empezando y tocar tantas veces en pequeños locales y bolos de Murcia y alrededores no podía evitar sentir un gran orgullo de verlos con un recinto lleno botando y coreando sus canciones, unido todo ello a la nueva legión de seguidores que ha ido cayendo rendida con sus canciones y a un directo cada vez más maduro y arrollador.
“Toda la vida habíamos soñado con este momento, de estar en este escenario y no ver el final”, dijeron al comenzar, y en todo momento lograron transmitir esa emoción con cada tema. Así, se sucedieron Los años, A dónde ir, Todo lo que importa o Casi todo con una épica colosal en dónde el sonido de la banda y la voz de Rafa Val se escucharon como nunca.
De modo que solo podían ser apoteósicos los momentos finales en que sonaron Bien por ti y Hemos ganado tiempo, con una comunión total entre la banda y el público. “Gracias, hemos pasado la mejor noche de nuestra vida” comentaron para despedirse. Y muchos también pasamos una de las mejores noches en la historia del festival.