Fue en junio de 2015 cuando nos desplazamos a un pequeño concierto que tuvo lugar en Joven Futura para conocer a un niño del que todos empezaban a hablar en el mundillo musical por su precocidad y por sus excelentes aptitudes como guitarrista. Su nombre era Austin Slack, y tocaba en una banda llamada Magnetik Surf cuya principal función sería la de servir de tabla para que el pequeño Slack comenzara a cabalgar sobre las olas eléctricas de los directos versionando clásicos del rock y el blues.
Pues bien, de regreso al futuro este sábado acudimos al mítico bar La Yesería de Murcia para volvernos a encontrar con Austin Slack y celebrar junto a él el lanzamiento de su primer trabajo discográfico; un mini álbum titulado “Act 1” y conformado por cuatro temas originales con los que el joven músico de dieciocho años pretende, sin renunciar a sus influencias largamente trabajadas, dar un primer paso por la senda que le debe llevar a encontrar su propio destino o, mejor dicho, su propio sonido.
Así, flanqueado por los streeters Bobby Nikolov a la batería y David Gordon al bajo, Austin Slack arrancaría la velada a las 22:30h planteando un recital dividido en tres partes cuya fase central se correspondería con el acto principal. Por tanto, ejecutando una rápida introducción en la que sonarían versiones como Not fade away, de Buddy Holly; You never can tell, de Chuck Berry; o London calling, de The Clash, pronto el concierto se adentraría en su “Act 1” al ritmo de la trepidante Taking control para, a continuación, bajar el tempo con la sensual y elegante Critical mass. De este modo, oscilando entre el rock y el pop más actuales, Slack proseguiría deshojando su EP con Something else y One more night para acabar de presentar un trabajo ágil, fresco, equilibrado y de estilo ecléctico en el que la búsqueda sonora sería la nota dominante.
Entonces, mientras Austin Slack mantenía al público cautivado con sus magistrales punteos, el concierto llegaría a su recta final coqueteando con el punk al son de Pretty vacant, de Sex Pistols, antes de concluir con el joven músico cantando bajo la lluvia púrpura de Prince a las 23:30h. Y así, sumándonos al aplauso que le tributaron veteranos de la talla de Chema Espejo, líder de Los Crudos, o Penín Sánchez, batería de Los Marañones, abandonamos La Yesería convencidos de que más pronto que tarde volveremos a hablar, y a oír hablar, de Austin Slack.