Recién llegados de Valencia tras conquistar el premio al Mejor Grupo Alternativo 2015 otorgado por 80´s Live Music, la banda murciana Clara Plath se presentó este sábado en la conocida Sala Revólver para celebrar en casa y frente a su público más fiel el fantástico año de éxitos y conciertos por gran parte de España que ha vivido la formación desde que, allá por el mes de junio, viera la luz su primer LP, Grand Battement.
Por eso, si ya suele ser buen plan dejarse caer por la Sala de la calle Victorio dado su buen ambiente y cuidada programación de conciertos, en la noche del sábado -con mayor motivo por ser Clara Plath los protagonistas de la velada- no dudamos en acercarnos a la Revólver para volver a encontrarnos con esta banda y seguir la evolución de unas canciones que ya atisbamos como altamente estimulantes durante la edición del pasado Lemon Pop.
De esta manera, poco antes de la medianoche y con una entrada de público que ya apuntaba a lleno, Clara Plath al completo hicieron acto de presencia sobre el escenario para mostrar, a través del característico aullido de Clara, toda la fiereza de ese lado salvaje que exhibe orgullosa la banda como seña de identidad. Un aullido que, además, habría de servir de contraseña para embarcarnos junto a ellos y navegar por las aguas, siempre oscuras, de su sinuoso y enigmático sonido.
Así, durante el concierto los temas de Grand Battement se irían alternando a la perfección con los del primer EP de la banda, Hi Lola! para brindar un repertorio variado y rico en el que destacarían canciones como la enérgica A Whisper , la sensual Over me, la emocionante Paradise -dedicada a Paco Miranda-, la elegante Distance, o la irresistible Fuck my car, que sirvió para remover el avispero que en ese momento era la Sala y llegar al ecuador del concierto.
Ya en la segunda mitad de la velada llegaría Grand battement -la canción-, una maravillosamente interpretada Broken dolls, la trepidante Waiting for my dog, y el tema que se convirtió en el primer videoclip oficial de Clara Plath: Dancing song. De esa forma, sin parar de bailar, llegamos a la recta final de un concierto en el que brillarían con luz propia la enloquecida Crazy liar o la desaforada Like a rocket, con la que la banda puso fin por todo lo alto a una magnética noche que sirvió para celebrar un año 2015 insuperable y augurar un 2016 de pleno crecimiento para Clara Plath.