El UCAM Basket dejó escapar una nueva oportunidad de ganar en casa y dedicarle la victoria al capitán Antelo, que cumplía hoy su partido número cien en liga, en un encuentro que arrancaba con una sonora pitada acompañada de pañuelos blancos, forma en la que los espectadores del Palacio de los Deportes de Murcia demostraban su protesta por el arbitraje en el anterior partido jugado en casa. Tras la sonora pitada, justo antes de comenzar el partido, se guardó un minuto de silencio por los sucesos acontecidos recientemente en la ciudad de París.
De esta forma arrancaba el primer cuarto, que estuvo caracterizado por la igualdad de los dos equipos, y donde los jugadores locales se encontraron con muchas dificultades para detener a Goran Suton que anotó 9 puntos en este cuarto, que finalizó 18 a 19. Mención también en este cuarto para un Victor Arteaga que cumplió con lo que se espera de él y que esperemos que siga así, ya que aprovechó los minutos que disputó para ayudar al equipo y supo aprovechar sus oportunidades en ataque.
El público demostró que no estaba dispuesto a pasarle ni una a los árbitros, cuando dos minutos después del arranque del segundo cuarto tuvo lugar otra sonora pitada acompañada de pañuelos blancos, en señal de protesta por una decisión de los árbitros. Además se pudo ver un gran cambio en la actitud el equipo murciano, con buenas aportaciones por parte de Antelo, Neto y Wood, que le permitían al UCAM llegar al descanso con diez puntos de ventaja, dejando el marcador 40 a 30.
En el tercer cuarto cambiaron las tornas, y el FIATC Jouventud salió decidido a hacerse con el control del partido y tanto Suton como Clevin Hannah consiguieron muy buenas anotaciones frente a un UCAM en el que el máximo anotador del parcial fue Lima con 4 puntos, en un partido en el que se le vio muy lejos de su mejor nivel. Al final de este cuarto el marcador era de 53 a 55, y el partido se mostraba abierto.
Se arrancó el último cuarto con los equipos igualados, muy cercanos en el marcador hasta la mitad del cuarto, donde los jugadores visitantes se mostraron más acertados en la línea de tres y donde los locales no mostraron su mejor versión y se puso punto y final al encuentro con 70 a 77 tantos.
Pitada acompañada de pañuelos blancos en la protesta del publico a los árbitros