Aún con la ciudad de Murcia estirando los brazos al cielo para desperezarse del letargo estival al son del parpadeo de las luces de su recién estrenada Feria, en la noche de ayer, día uno de septiembre, decidimos acercarnos a la Sala REM para declarar inaugurada esta temporada 2016-17 de espectáculos en Murcia dando cuenta de la primera jornada del Lemon Pop; festival que con esta edición cumple veintiuna al pie del cañón siendo escaparate y altavoz de la música popular de vanguardia.
Así, deseando arrancar este apasionante año musical en Murcia de la mejor manera, a eso de las 22:30h cruzamos el zaguán de la REM para comprobar cómo en su interior un nutrido público ya esperaba expectante la aparición de Miranda 76; jovencísima banda de rock que rinde homenaje al escritor Francisco Miranda, prometedora figura literaria que nos dejó en 2015 y de la que han tomado no solo el nombre, sino el principal motivo de inspiración en canciones como Abogado y escritor o Paco.
Más adelante, y ya concluida la actuación guitarrera, rabiosa, rápida y sentida de Miranda 76, a las 23:25h llegaría el turno de Claim, grupo de nuevo cuño y sonido Indie cuyo primer EP –Barbados- vio la luz el año pasado. Un primer trabajo en el que, quizá por contar para su producción con Raúl de Lara, se han podido apreciar registros sonoros que los acercan a bandas como Second o Varry Brava.
De este modo, iniciando una travesía que habría de llevarnos por los mares del indie, el pop, el rock, o el folk y que estaría caracterizada por los medios tiempos y el cuidado de las melodías, el concierto de Claim acabaría avanzando y llegando a buen puerto a pesar de las inclemencias técnicas que padecieron y a las que se sobrepusieron, como dice el refrán, poniéndole al mal tiempo buena cara.
Efectuados los cambios de rigor sobre el escenario, el tercer asalto de la velada estaría protagonizado por Correos, banda guipuzcoana de cuidada estética, poderosa presencia y sonido rotundo que sorprendió a los asistentes lanzando canciones que, como golpes directos y certeros, pusieron a bailar a todos al ritmo frenético de unos instrumentos que no dieron tregua y no pararon de vibrar desde el principio hasta el final.
Así, las tres americanas blancas de Correos moviéndose y saltando sin parar no solo avisarían de que iban comerse el escenario, sino que terminarían comiéndose toda la Sala gracias a temas en los que -como en La voz, No creas, Todo el mundo necesita un corazón salvaje, Animal o Snobs- las programaciones, el bajo, la batería y la guitarra se empastarían a la perfección con la voz segura, descarada y provocadora de Mikel Antero para regalarnos un concierto que resultó soberbio.
Y ya para el final, si lo que deseábamos dentro de la Sala REM era descaro, actitud y sobre todo alegría para refugiarnos de ese mundo exterior en el que todos parecen vivir compitiendo por ser lo más previsibles y aburridos que puedan, la banda que vendría a continuación –la más irreverente y divertida del panorama murciano- sería la mejor posible para pintarnos una sonrisa y hacernos sentir como en casa: Fenómenos extraños.
De esta manera, con Alejandro Campillo dándolo todo como solo él sabe hacerlo, el fenomenal cuarteto daría un rápido repaso a lo más celebrado de su repertorio, entre cuyas canciones no pudieron faltar Tortilla española, El amor no se compra, Quiero ser moderno, Mamá, ¿y mi camiseta? o Mi güertica murciana, antes de poner el punto final a su actuación para darle al Lemon Pop -y a nosotros- esa dosis de humor que nunca debería faltarnos