El Murcia paga su falta de chispa ante el gol

El Real Murcia rompió la racha positiva arrastraba en las últimas jornadas, y eligió para ello un mal momento: en casa y ante el penúltimo de la clasificación, La Roda, en lo que podía haberle supuesto un empujón hacia la zona de play-off. 

Nada hacía presagiar el triste resultado final en los primeros compases del partido, en los cuales los pimentoneros brindaron un primer cuarto de hora de gran futbol, con un dominio total del balón y un avasallamiento constante sobre la portería de los albaceteños. Así, se vivieron buenas ocasiones de Javi Saura, Wilson Cuero o un testarazo al travesaño de Morante. 

Estos grandes minutos de los grana no se vieron recompensados con un merecido gol, y poco a poco, el equipo fue amansando sus ánimos y bajó al pistón. La Roda, de esta manera, disfrutó de alguna ocasión, y de un gol en fuera de juego justamente anulado, y los murcianos, aún si ese ritmo inicial, desperdiciaron alguna oportunidad más, de la mano de un Wilson Cuero, que aunque siempre voluntarioso, parece gafado de cara al gol. 

En la segunda parte el dominio se tornó más repartido entre ambos conjuntos. pero en una jugada desafortunada al botar La Roda una falta Golobart introdujo de cabeza el esférico en su propia porteria. Ante el jarro de agua fría, Paco García sacó al campo a Titi y Rubén Ramos para ir a por el partido, y cambió el dibujo del equipo. 

Sin embargo, los cambios no surtieron efecto y el Murcia anduvo grogui un tiempo en el que La Roda se hizo acreedor del dominio del partido y se estuvo más cerca del 0-2 que del empate. Ya a la desesperada, en los últimos diez minutos, el conjunto murciano tuvo las ocasiones de Titi, Germán o Golobart, para empatar. Pero la pólvora del equipo estaba mojada y así se llegó al final del encuentro.

Le resta a los murcianos una salida a Extremadura antes de un parón navideño, que debe servir a la nueva dirección deportiva del club para, si se quiere de verdad optar por el ascenso, intentar buscar soluciones a un equipo que, aunque voluntarioso, adolece de falta de gol y muestra una gran irregularidad.