Mal encuentro el vivido la tarde del domingo en el Palacio de los deportes por parte del UCAM, en un partido donde el conjunto murciano pagó su mal primer tiempo y el no estar conectado en las fases importantes del juego.
El triple de Benite que inauguró el marcador hacía presagiar otra de las tardes a las que nos tienen acostumbrados el equipo, pero el primer cuarto se desarrolló entre defensas pétreas y poca anotación por parte de ambos conjuntos. Sendos triples de Antelo y Wood sirvieron para cerrar el marcador de este cuarto en un igualado 17-18. Asimismo, esos minutos sirvieron para ver el debut del último fichaje del UCAM, el pivot angoleño Yanick Moreira, venido para reforzar la zona ante la reciente lesión de Faverani.
Pero en el segundo cuarto el UCAM no consiguió encontrar su ritmo en ningún momento, y ese hecho, unido al acierto en el tiro exterior del conjunto manresano hacían desangrarse poco a poco a los murcianos, que terminaron el primer tiempo con 33-41 en el electrónico, la máxima diferencia hasta esos momentos, y desesperados por un arbitraje que permitía mucho a los visitantes.
El intento de remontar en la salida del tercer cuarto se torció con un arbitraje que seguía descentrando a los jugadores, e indignó al palacio después de la segunda antideportiva al equipo pitada a Campazzo y una posterior técnica a Katsikaris. Los catalanes llegaron a estar mucho tiempo con +10 de ventaja, pero un arreón final del cuarto liderado por un gran Sadiel Rojas que anotó dos triples seguidos, se colocaron al finalizar con un esperanzador 54-57.
Sin embargo, no era el día de los de Katsikaris, que en el último cuarto, con un mal arranque, en el que tuvieron muy poco acierto en el tiro, se volvieron a escapar los manresanos de 10 puntos. En esos momentos solo Rojas andaba inspirado y aguantó al equipo en ataque. Los últimos minutos fueron un quiero y no puedo, donde los visitantes se dedicaron a contemporizar, y el UCAM solo pudo maquillar el resultado final en un engañoso 73-75, ya que la victoria del Manresa no peligró en ningún momento.
La derrota supo mal, porque deja al UCAM a una victoria de los play-off, pero, aunque el trago ha sido amargo, las posibilidades de meterse siguen ahí, y deben levantarse ante los próximos compromisos, hasta encontrar ese punto ganador con el que tantos buenos momentos nos han regalado durante esta temporada.