Apoteósica noche de rock & roll, la que ofrecieron Fito y Fitipaldis el viernes en una plaza de toros de Murcia que vivió llena hasta la bandera uno de los conciertos del año. La ocasión de disfrutar de una leyenda viva del rock lo merecía, ya que Fito -de celebración por el 20 aniversario de ese momento en el que empezó a compaginar Platero y tú con otra banda para “probar otras canciones“- ha embarcado a sus Fitipaldis en la gira “20 años 20 ciudades”, y, casi ocho años después de la última vez, volvía a pisar en una esperada cita las tierras de Murcia.
Así, junto a sus inseparables Carlos Raya en la guitarra, Javier Alzola al saxo, Alejandro Climent al bajo y Dani Griffin con la batería irrumpieron en el escenario al ritmo de Siempre estoy soñando y no bajaron el nivel durante más de dos horas de un sensacional recital.
Durante los primeros compases del concierto fue un no parar donde se sucedían uno tras otro grandes hits de la banda: Un buen castigo, Por la boca vive el pez, Me equivocaría otra vez, Quiero beber hasta perder el control o Lo que sobra de mi, mientras un enfervorecido público coreaba entregado letra a letra cada una de sus canciones.
Después de Todo a cien y Garabatos llegó una de las sorpresas de la noche. Y es que en esta gira aniversario han reservado un espacio para colaboraciones con la banda. De modo que Muchachito, que en la previa al concierto ya había deleitado al respetable con un show de una hora, volvió a subir al escenario para tocar junto con la banda una muy “rumbera” versión de Yo no soy Bob Diddley y, posteriormente, el tema Me tienes frito, del cantante barcelonés.
No quedarían ahí las sorpresas porque acto seguido, y como no podía ser de otro modo al estar en Murcia, Fito invitaría a salir al escenario a sus amigos Carlos Tarque y Ricardo Ruiperez de M-Clan en un escenario de la plaza de toros en el que tan buenos momentos han dado. Así, se marcaron una emotiva versión: Para toda la vida, que en la voz de Tarque no podía sino resultar arrebatadora.
Después de la balada La espada y la pared se enfiló una espectacular y sin tregua recta final de concierto en la que se sucedieron Tarde o temprano, La casa por el tejado y Antes de que cuente diez, para llegar a uno de los momentos más sublimes de la noche con Soldadito marinero.
Para terminar, el bis, con Entre dos mares y Acabo de llegar, que culminaron una espectacular noche que resumió con gran maestría 20 años del mejor rock & roll nacional. Que sigan escribiendo muchas más paginas de la historia del rock en los próximos 20. ¡Larga vida!