The MeatPies sorprenden y convencen con "Babyrousa"

Crear: 06/12/2017 - 12:27

Este pasado jueves The MeatPies regresaron a la misma Sala REM donde se dieron a conocer en 2015 para presentar su esperado segundo trabajo discográfico, “Babyrousa”, ante varios cientos de personas que, convencidos de que la ocasión lo merecía, no dudaron en postergar esa gran escapada playera que cada 9 de junio vacía la ciudad de Murcia con motivo del día de la Región.

Así, con el céntrico local de la calle Puerta Nueva gozando de una envidiable afluencia de público, la velada daría comienzo a eso de las 23:00h cuando The Red Rooks subieron al escenario para brindar un rápido y vibrante concierto de rock and roll cuyo repertorio estaría basado en las canciones de su primer disco, “Standing Strong”. En rigor, un LP directo y contundente de rotundas guitarras que hunde sus raíces en los sonidos más afilados y salvajes de la década de los setenta.

Entonces, con el ambiente ya caldeado gracias al recital de The Red Rooks, The MeatPies harían acto de presencia sobre las tablas de la REM a las 00:15h para deleite de todos aquellos que, como nosotros, estaban expectantes por conocer lo nuevo de esta joven banda que, entre 2015 y 2016, logró convertirse en una de las más solicitadas por festivales y salas de toda la Región debido a lo atractivo y cuidado de una propuesta musical -la suya- que releería géneros de larga tradición como el rock, el blues, el folk, el swing o el soul, y que quedaría plasmada en su mini álbum debut “Ready for you”.

De este modo, preparados para ofrecer los resultados del trabajo en el que han estado aplicados largos meses, The MeatPies arrancarían su concierto haciendo sonar, precisamente, los dos primeros cortes de “Babyrousa”. Así, si con 25 Express la banda encabezada por Bruno Laencina sorprendería con un frenético rock de guitarras desbocadas que estallaría antes de acompasarse para acabar como un delicado medio tiempo, con Salvation el piano sería el protagonista para abrir la canción marcando un ritmo cadencioso y bailable en el que sobresaldrían las elaboradas armonías vocales.

A continuación, con el público cautivado por una propuesta sonora que, más que un cambio de rumbo, supondría un valiente paso adelante en la evolución de la banda, The MeatPies no renunciarían a interpretar temas de su primer EP -como Hear my roar, With the wind, Dance and swing o Ready for you- con los que la formación transitaría por el rock, el swing, el blues, el country e incluso el reggae para brindar un certero repaso a su trayectoria mediante el cual quedaría demostrada la capacidad de sus músicos para fundir géneros dando lugar a piezas ricas en matices y texturas diferentes.

De esta manera, como si cada canción encerrara dentro dos o tres canciones más gracias a los constantes cambios de ritmo, a los guiños a distintos estilos y a los coros que amplificarían la voz principal para subrayarla o difuminarla, The MeatPies proseguirían con la presentación de “Babyrousa” interpretando Just for the night; tema en el que el piano de Pedro Hernández y la voz rota de Bruno Laencina se darían la mano para ofrecer una emocionante balada que, no obstante, acabaría transformándose en un luminoso medio tiempo pop al unirse con, la también nueva, Nicole.

Más adelante, tras la clásica, elegante y rabiosa My own star en la que brillarían la voz de Pedro Hernández y la guitarra de Jaime Leiva, la formación regresaría a “Babyrousa” para presentar, por un lado, Voices -quizá la canción en la que más resplandecería el carácter experimental y progresivo del nuevo álbum de la banda- y, por otro lado, Down the road –tema en el que reluciría la personalidad Beatle de la que siempre han presumido The MeatPies-. De hecho, por esta razón ésa sería la pieza más adecuada para introducir el homenaje a “Sgt. Pepper´s” en el cincuenta aniversario de su edición.

Casi sin tiempo para más, en plena recta final del concierto el quinteto pisaría aún más el acelerador trayendo What you lose y, ya en el bis, interpretando Praise you; enloquecido rock and roll con el que The MeatPies culminarían su recital por todo lo alto a la 1:30h entre aplausos y felicitaciones. Y es que, no en vano, la banda sería capaz de ofrecer un recital técnicamente impecable con el que demostraría haber evolucionado hacia un sonido más sofisticado, maduro, ecléctico y contemporáneo, pero sin perder un ápice de ese espíritu festivo, vital y espontáneo que caracterizó sus primeros recitales.

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