Deliciosa velada, la que pudo vivirse este sábado en el Cuartel de Artillería con motivo de la celebración del Festival Murcia Se Mueve; cita cultural organizada por el Ayuntamiento en cuya quinta edición volvería a ser protagonista la música en vivo gracias a los conciertos programados de Poolshake, Atrezo y Dorian.
Así, seducidos por el reclamo de un cartel que mezclaría en proporción de dos a uno el talento emergente regional con el solvencia de la que es una de las bandas de referencia de la escena nacional, serían miles las personas que acudirían al monumental recinto castrense del Barrio del Carmen a disfrutar de una noche llena de emociones.
De este modo, a las 20:30h, al abrigo del pabellón norte y sobre un amplio escenario que aparecería flanqueado por dos grandes pantallas a cada lado, los encargados de levantar el telón de la noche serían los jovencísimos Poolshake; prometedora banda en la que se unen tendencias sonoras tan variadas como el glam, el pop psicodélico, el rock experimental, el indie y hasta el punk.
Sin duda, un cóctel de propuestas tan dispares y estimulantes que, adecuadamente mezclado, agitado y servido por el carismático Riviera Johnson y los suyos, pronto cautivaría el paladar del público más exigente con las finas texturas y los dulces sabores contenidos en su primer EP editado en 2016, “Phantom”, y en temas más recientes como Golden Smoothie o Seventies sugar dream.
A continuación, a las 21:45h y tras el paseo de rigor que muchos se darían por los puestos de comida y artesanía que salpicaban el perímetro de la plaza de armas, la segunda actuación de la velada traería a la que es una de las formaciones más activas del panorama regional: Atrezo. No en vano, tras actuar este 2017 en las fiestas del Infante Juan Manuel, el Festival Big Up! y la Bienvenida Universitaria, la banda de pop liderada por José Fructuoso y David Pina regresaría a Murcia para dar cuenta de su primer EP, “Mírame”, con temas como Lo tengo decidido o Soltarnos, y presentar otros nuevos que, como Ahora es el momento, formarán parte de un nuevo disco que verá la luz en 2018.
Más adelante, sobrepasadas las 23:15h, el quinteto barcelonés Dorian saldría a escena para delirio de las más de seis mil personas que aguardaban expectantes el comienzo de su concierto. Entonces, con Marc Gili y Belly Hernández a la cabeza, el grupo arrancaría su recital con un trío de temas que pondrían a cantar y a bailar al público desde los compases iniciales del espectáculo: Los amigos que perdí, Verte amanecer y Soda estéreo. En rigor, tres buenos ejemplos de ese pop ágil y moderno de corte indie y querencia por la electrónica que ha alumbrado Dorian para hacerse con una identidad sonora propia, diferente y reconocible dentro del rico panorama musical del que goza España en la actualidad.
Así, desgranando los temas que componen el LP “Diez años y un día” –trabajo en el que se revisan las canciones más celebradas de su carrera-, Dorian desplegarían un repertorio claramente ganador en el, junto a piezas tan redondas como Paraísos artificiales, Cualquier otra parte o La mañana herida, sonaría la nueva Hasta que caiga el sol para demostrar que, lejos de contentarse con mirar hacia atrás, la banda continúa su trayectoria creativa con paso firme. Un paso firme que, de hecho, haría temblar los cimientos del Cuartel de Artillería cuando a las 00:30h, y bajo una fantástica lluvia de confeti, los catalanes pusieron el broche de oro a su recital, y a la velada, interpretando La tormenta de arena.