Un nuevo miembro del universo musical visitó Murcia el pasado sábado, 10 de Marzo. Y es de buena educación realizarle un recibimiento digno y bonito. Así que me dispongo a acoger al sevillano Gonzalo de Cos en una jornada de doblete musical. Primero, apareció en la cafetería musical por excelencia de nuestra ciudad, Café de Alba, para ofrecer un showcase en acústico. Más tarde, rozando la medianoche, llegó su versión eléctrica sobre el escenario de Sala Revólver. A de Cos le acompañan Las tres coronas, una banda con la que está presentando por toda la península su nuevo trabajo “Los clásicos”. Grabado en los reputados Estudios Grabaciones Sumergidas (Puerto de Santa María) bajo la batuta de Julio Cable y Juan Antonio Mateos. En el álbum se ha logrado un sonido que navega entre el pop y el rock de siempre, pero edulcorado con unos acordes que rememoran aquellas bandas de principios de esta primera década del siglo XXI. Pereza, Sidecars. Y sus ramajes correspondientes Leiva y Rubén Pozo, pero con más distorsión y rock en las guitarras.
El concierto se abrió con Soledades y le siguió Victoria. Poco a poco el ritmo del espectáculo fue subiendo hasta Palabras. Y con él la intensidad en las guitarras. Gonzalo de Cos y los suyos recrean en el escenario los buenos momentos que el rock nos deja en las retinas para siempre realizando un perfecto ejercicio de comunión con el público. De hecho, bajaron varias veces del escenario con sus guitarras en ristre, para acercar sus solos a las manos del público presente; todo un detalle con el que lograr que se creara una unión sublime entre la banda y los asistentes.
Entonces, comienza a sonar Juego de villanos y sabemos en ese momento que aún queda un buen puñado de canciones por sonar. Lo de estos sevillanos es un buen espectáculo en directo que culmina con Acuse de recibo y Nina, su nuevo single en el que afirman sin ningún tipo de rodeos "siempre me tratabas como fiera a la que domar". Y creo que han logrado su propósito, domar a los que estuvimos disfrutando de su directo. Gran labor musical de los cuatro miembros de la banda (con una dupla batería-bajo que suena como una apisonadora y un guitarrista solista que consigue dar ese equilibrio entre el pop de la base y el rock que rezuman sus cuerdas). Gonzalo de Cos y Las tres coronas, todo un ejemplo de auténtico ritmo y pegada