Entre dormir o soñar, entre quedarnos en casa o salir, este pasado viernes volvimos a reincidir y, escapando de la devoradora comodidad que el hogar encierra, decidimos abrir las puertas de la noche para acercarnos a la Sala Revólver a vivir la sexta eliminatoria de su Concurso Nacional Pop-Rock. Sesión doble de música en directo que traería al centro de Murcia las actuaciones de Tominokers y Clusterfucks.
Así, pasadas las 23:00h y con todo listo en el local, serían los murcianos Tominokers los que, como buenos anfitriones, se encargarían de levantar el telón de la velada. De este modo, haciendo efectivo su regreso tras varios años de silencio, la banda encabezada por José Luis Muelas pronto dejaría claro que, lejos de haber retornado para ofrecer una revisión de sus temas editados entre 2008 y 2012, la reunificación de la banda se ha fraguado a fuego lento con el fin de comenzar una etapa completamente nueva en su trayectoria.
En consecuencia, saltando al escenario para defender un repertorio formado por nueve temas inéditos, Tominokers plantearían un espectáculo renovado en el que la contundencia sonora de su propuesta sería la nota dominante. En este sentido, aunando la actitud que les caracterizó con la madurez que les han dado los años, el trío de rotunda presencia brindaría un concierto rápido, directo y ágil en el que su potente rock de corte indie brillaría de la mano de canciones como Tempestades, Me aburres, Club de sombras y maniquíes o No deberíamos vernos.
En suma, nueve nuevas canciones con las que Tominokers demostrarían por qué fueron considerados una de las formaciones emergentes más prometedoras de la escena regional y -lo que es más importante- que han regresado a la primera línea de fuego con las ganas y los argumentos necesarios para dejar patente que todavía están a tiempo de llegar a donde se propongan.
A continuación, llegados desde Málaga, serían los jovencísimos Clusterfucks los que desembarcarían en la Sala Revólver superadas las 00:00h para ofrecer un recital que estaría marcado por la fusión de ritmos. No en vano, mezclando hábilmente reggae, rock, punk, ska, y funk, Clusterfucks presentarían un espectáculo fresco, divertido y atractivo en el que sus melodías se desplegarían ante el público como ricos mosaicos sonoros formados por piezas de diferentes texturas, matices y tonalidades.
De esta manera, envolviendo a los presentes para ponerlos a bailar desde el primer minuto de concierto, Clusterfucks alternarían en su repertorio canciones de sus dos EPs editados en 2017, como Palm tree song, Dissolve, o No time left to grow, con otras que aún no han sido publicadas, como Willow o Bootleg rascal. En rigor, un racimo de inspiradas composiciones con las que la banda mostraría su versatilidad para adaptarse a cualquier estilo y combinar con sentido todo tipo de géneros musicales.
Por eso, concluida la velada y mientras los músicos y el público intercambiaban saludos y aplausos, nosotros no podríamos ponerle el punto y final a esta nueva página escrita sobre el Concurso Pop-Rock Sala Revólver sin desear buena suerte a unos y a otros para que, cuanto antes, volvamos a verlos en concierto o, como muy tarde, en la gran final del certamen.