Crucial victoria, la que ha conseguido esta noche en La Condomina el UCAM CF frente un rival directo, como es el Sevilla Atlético. De esta forma, los murcianos, gracias a un solitario gol de Jona, se han hecho con tres puntos de oro que les han permitido alzarse hasta el puesto 16º y abandonar momentáneamente unos puestos de descenso a los que hace pocas semanas parecían abocados.
Así, ante los más de 3000 espectadores que, a pesar del día y la hora, acudieron al estadio de la Ronda de Garay, el nuevo UCAM CF de Francisco saltó al terreno de juego dispuesto a hacer bueno el empate obtenido hace una semana en Córdoba. De esta manera, de los locales serían los primeros minutos de un choque en el que éstos realizaron un soberbio desgaste físico dejando bien claro desde el inicio quién era el que más se jugaba en la contienda.
De este modo, cubriendo todas las zonas del terreno de juego, peleando cada jugada y no dando jamás un balón por perdido, los universitarios pronto se ganarían el apoyo de una grada que jornadas atrás era tachada de fría. Así, revivido el equipo y revivido su público, un muy participativo Iban Salvador se uniría a los habituales Jona y Collantes para comenzar a sumar jugadas de peligro en una primera parte que, sin embargo, concluiría con empate a cero.
Un resultado que, en rigor, no dejó de reflejar la tremenda igualdad mostrada por los dos equipos sobre el terreno de juego, ya que, aunque los murcianos trataron de llevar el peso del encuentro, no es menos cierto que los andaluces, siempre bien ordenados atrás y peligrosos arriba, también se defendieron sin pasar excesivos apuros y supieron contestar a los locales lanzando esporádicas jugadas de ataque.
Ya en la reanudación, el UCAM CF le imprimiría una marcha más al encuentro en busca de unos tres puntos que se antojaban vitales para ellos y, fruto de esa determinación, a los cinco minutos, llegaría el gol de Jona tras un fantástico pase desde la derecha de Vicente. El ariete azulón, de disparo seco ajustado a la cepa del palo izquierdo, hizo subir al electrónico su tanto y a los más de 3000 espectadores sus puños al cielo para festejar un gol que supo a gloria en La Condomina.
A continuación, lejos de dar un paso atrás, los universitarios seguirían perseverando en pos del triunfo y suyas serían las más claras oportunidades de gol para aumentar un marcador que, no obstante, ya no se movería hasta el final. Y no haría falta más, porque ya concluido el choque y entre aplausos de júbilo, el UCAM certificaría ante su castigado público que esta vez sí, cree en la salvación y está dispuesto a luchar por ella con uñas y dientes.