Este viernes, saltando al escenario principal del WAM Festival a eso de la 1:25h, Fangoria regresó a Murcia para presentar “Canciones para robots románticos”, duodécimo trabajo de estudio de la banda formada por Alaska y Nacho Canut que desde que vio la luz, allá por el año 1989, se ha convertido en el principal referente de la música electrónica en nuestro país.
Así, ante más de ocho mil espectadores, Fangoria iniciaría su espectáculo haciendo sonar El rey del glam, canción profana editada en 1983. De este modo, poniendo a bailar al respetable desde los minutos iniciales de su actuación, Alaska y Canut pronto comenzarían a alternar temas de su último LP con algunas de esas canciones que, como monumentos, levantaron durante la gloriosa etapa de Dinarama y que, desde entonces, han quedado en la memoria colectiva de varias generaciones de españoles.
En consecuencia, engarzando joyas como Ni tú ni nadie o A quién le importa con temas de nuevo cuño como Iluminados, Espectacular o la arrebatadora Geometría polisentimental, Fangoria aún tendría tiempo para reproducir algunos de sus más reconocidos éxitos como Absolutamente, Dramas y comedias o No sé qué me das antes de concluir su espectáculo entre aplausos con Fiesta en el infierno tras una hora de actuación.
Por otro lado, con respecto a la controversia que suele suscitar Fangoria entre crítica y público debido al carácter eminentemente electrónico de sus espectáculos en vivo, a nosotros, que ante todo nos consideramos humildes cronistas, nos gustaría traer a modo de resumen y cierre algunos de los argumentos que, a lo largo de los años con mayor insistencia han sido esgrimidos para amar u odiar la puesta en escena de Alaska y Canut.
En este sentido, si para los detractores de Fangoria la banda se ha rendido al playback desnaturalizando el concepto de “concierto” para convertir lo que siempre debería ser música en vivo en un espectáculo precocinado y artificial en el que los músicos han sido sustituidos por figurantes con instrumentos y bailarines cuyas coreografías podrían haber sido firmadas por Chimo Bayo; no es menos cierto que, por otra parte, Fangoria solo reflejan sobre el escenario el carácter electrónico de su música como hacen tantos Dj que, paradójicamente, son alabados por algunos que critican a Alaska y a Canut.
¿Y sobre nuestra opinión? La verdad es que nunca podría ser objetiva porque crecimos viendo a Alaska rodeada de electroduendes a través de una bola de cristal que frotábamos con las manos como quien acaricia un sueño con los dedos; pero lo que sí es cierto es que, como seguidores de Alaska y amantes de la música en vivo que somos, nos encantaría ver a Alaska y a Nacho acompañados por músicos de verdad e interpretando sus magníficas canciones, aunque eso conllevara algún desacorde de Nacho o algún “gallo” de Alaska ¿A quién le importaría?