No pudo ser. A pesar de que los resultados fueron propicios en la tarde de hoy para los intereses del UCAM CF, los universitarios no vencieron en casa a El Ejido 2012 y, finalmente, dejaron pasar otra ocasión de oro de encaramarse a lo más alto de la tabla ante a su público.
De hecho, las cosas pudieron haber salido peor, ya que fue El Ejido, conjunto instalado en la zona media-baja de la clasificación, el que golpeó primero cuando en el minuto 15 de la primera parte Javilillo –sí, se llama así- remachó en boca de gol un pase de la muerte que le sirvió desde el costado izquierdo Alfonso tras internarse en el área y driblar a cuantos le salieron al paso.
Después del tempranero tanto, el conjunto universitario, que hasta entonces se había mostrado ausente del partido, terminó de desaparecer por completo y, como si fuera un azucarillo, pareció disolverse sobre el terreno de juego al mismo tiempo que su rival crecía al ritmo que marcaban Javilillo –sí, se llama así- y Echu –tampoco está mal este nombre-. Dos auténticos puñales que a punto estuvieron de hacer el roto en el UCAM CF aun mayor.
Sin embargo, sí hay algo que es innegable, es que el conjunto universitario, como cantan sus aficionados, nunca se rinde, y por eso tantas veces, cuando muchos lo dan por muerto, es capaz de levantarse y ganar partidos en los minutos finales. Así, buscando la reacción tras la mala primera parte, el entrador del UCAM realizaría en el descanso un doble cambio que resultaría crucial al dar entrada a Vivi y Marc Fernández.
De este modo, nada más arrancar la segunda mitad, primero Quiles y después Arturo estuvieron a punto de empatar tras una salida en tromba en la que, en tan solo cinco minutos, los locales crearon más peligro que en toda la primera parte. No obstante, la empresa no resultaría nada fácil, ya que El Ejido, lejos de amilanarse, se defendería con orden e incluso lanzaría peligrosos contragolpes.
Sin embargo, el UCAM haría valer su condición de local en el minuto 20 cuando Marc Fernández controló dentro del área un buen balón servido al hueco por Arturo y lo envió al fondo de las redes tras deshacerse del defensor Arregui y superar por bajo, con mucha suavidad y mucha calidad, al cancerbero visitante Gianfranco.
Entonces, con empate en el marcador, los dos equipos entrarían en un bonito intercambio de golpes del que cualquiera habría podido resultar vencedor, ya que para los visitantes la tuvo Echu y para los locales, Arturo. Por eso, visto lo visto, quizá lo más justo fue el empate que acabó dándose entre azulones y celestes.