La banda murciana In-Pulses reunió el pasado sábado, 18 de noviembre, a sus seguidores en la Sala Revólver para ofrecerles un magnífico show musical. A fin de aprovechar la cita, también presentaron su EP “Iridescent”. Una reluciente grabación compuesta por cinco temas con el sello del grupo. Una huella inconfundible que trata el pop y el rock de la misma sutil manera con la que se mueve por la psicodelia; adornado con unas pinceladas de rock progresivo.
Los cuatro integrantes de In-Pulses (Dani Marín en el bajo, la guitarra y la voz; Nacho Sánchez en la guitarra; Luis Fernández a la batería y los coros; y Ramón Romero en el bajo, los teclados y los coros) envolvieron su actuación con un halo de buena música. Perfectamente ejecutada y rodeada de preciosistas canciones. Tocaron íntegramente “Iridescent” y adelantaron para la ocasión tres temas de su próximo trabajo “Faint lights”.
Saben lo que hacen en el escenario, ese punto de humildad que tienen los grandes artistas hace de ellos un ejemplo a seguir por esa nueva generación de músicos jóvenes que creen que salir en televisión o ganar un concurso es suficiente para tener calidad. In-Pulses son amigos desde hace años y eso se nota en su complicidad y en su exigencia. Hacen de cada actuación una velada memorable y consiguen transmitir su energía y vitalidad con las canciones que ejecutan.
Por ejemplo, esa magia se ve cuando Ramón abandona el bajo y lo cede a Dani que, posteriormente se ha desentendido de la guitarra. O cuando el propio Ramón toca a la vez el bajo y los teclados, con una perfección de cirujano plástico. Las letras profundas y reales hacen que te metas en las canciones, pero sus partes instrumentales superan los miedos y permiten viajar por su melodía.
Cerraron su concierto con la misma canción con la que termina su EP, Closet to Bliss II. Y tras ella resonó en la sala un llamamiento unánime e inequívoco: ¡Campeones! ¡Campeones! Gritaba el público con toda razón.