Pablo Galiano, rockero. O Pablo Galiano, cantautor. ¿Con cuál te quedas?
Algo entre medias. No me identifico con el rockero estereotípico porque necesito introducir otros aires en lo que hago y lo que escucho. Tampoco quiero dejarlo de lado porque me encanta. Cantautor no: autor que canta, si eso tiene algún sentido.
Llevas siete años haciendo tu proyecto personal, pero has pasado por muchas bandas con anterioridad. ¿Qué te lleva a montar tu propia banda?
La necesidad de tener control absoluto sobre el proceso creativo, el repertorio y en general tomar todas las decisiones sin necesidad de someterlas a consenso. Cambiar lo que quiera cuando quiera, como si me da por hacer reggaeton (no es el caso).
En el mundo de la música el rock parece siempre el estilo que sale peor parado. ¿Es así o hay un resurgimiento de esta música?
No sé si peor parado, pero parece un género que ha perdido algo de interés poco a poco. Sin embargo, bandas como Metallica o Guns´ n Roses siguen llenando estadios allá donde van. El rock patrio quizás tenga más problemas para arraigar entre el gran público. Con todo, hay buenas bandas de rock que se ganan la vida decentemente.
Hablemos ahora de tu nuevo disco. Con él has roto la ley no escrita de sacar un disco cada dos años ("La noche es ahora" en 2011 y "La ciudad devora a los pájaros" en 2013). ¿Ha sido premeditado?
No, ha salido así. Han pasado muchas cosas entre este disco y el anterior, pero no he parado de tocar en todo este tiempo. Ahora se me acumulan las canciones y quiero grabar y grabar y grabar...
Acabas de presentar tu tercer trabajo "La aurora" (ML Music, 2018). Parece el más personal de los tres.
En realidad todos mis discos tienen la misma carga personal, diría que lo es tanto como cualquiera de los otros dos, lo que sí ha habido es un ligero cambio de estilo en algunas canciones.
Además, lo has dado a conocer en tu casa, en la Sala Siroco.
Sí, llevo tocando allí toda mi vida, me siento como en casa y estoy muy agradecido por el cariño que me demuestra la gente de Siroco. Amigos, qué más podría pedir.
Eres un músico curtido, pero parece que cuesta salir del "anonimato" para llegar al gran público. ¿Cansa batallar cada concierto?
Bueno, la vida es así. Me dedico a esto porque me encanta. Si me canso o dejo de disfrutarlo, lo dejaré y a otra cosa.
Hay quien te reconoce de otros grupos, como ya hemos dicho, y hay quien sabe de ti por la televisión. Imagino que lo importante es que te conozcan sin importar nada más.
Lo importante para mí es que se conozca mi música tal cual es. Y claro, si tiene buena acogida, mucho mejor. A estas alturas de la peli lo que me importa es hacer bien las cosas y ser honesto en todo lo que hago.
Volviendo a "La aurora", me parece un disco destinado a la escucha en el reproductor, pero sobre todo gana enteros en el directo.
Claro, en directo siempre tiene un plus de energía. Sin embargo, escucharlo en casa permite quedarse con matices que en directo, a veces, no se aprecian. Y este disco es un disco con matices. Diría que hay canciones que se disfrutan mejor en directo y otras que mola ponerse en la intimidad o en situaciones que favorecen una escucha calmada.
Los conciertos que realizas para presentarlo, llevarán parte acústica ¿o todo será fuerza y rock?
En principio y siempre que se pueda, serán conciertos potentes con banda completa y cariz rockero. Aunque siempre hay un momento para ponerse íntimos, claro.
Antes de acabar la charla, me gustaría saber una cosa. Nunca has tocado en Murcia ¿por qué? Aquí tienes seguidores, aviso.
Porque no se ha dado la posibilidad aún, pero espero hacerlo pronto. Particularmente Murcia es uno de mis destinos prioritarios, creo que allí se entiende bien lo que hago y me apetece mucho presentar las canciones en directo. Cruzo los dedos para que cuadren las cosas este año y podamos ir. Yo creo que va a ser que sí.
¿Por dónde más vas a estar presentando tu disco?
Allá donde se pueda, aún no hemos cerrado una gira pero, si las cosas van bien, estaré dando vueltas por toda la geografía hispánica durante el próximo año. Ahora toca organizarse y comenzar a cerrar salas. ¡¡Tengo ganas de carretera!!