Este sábado, aún con las gafas de sol puestas, el despertador del Lemon Pop fue a sonar para los más madrugadores al filo de las 19:30h; hora a la que estaba programada la actuación de unos The MeatPies que regresaban al Auditorio Parque Fofó apenas dos meses después de proclamarse sobre su escenario ganadores del CreaMurcia Pop-Rock 2018.
Así, con todo listo, pero todavía con pocos espectadores en el recinto, la formación encabezada por Bruno Laencina arrancaría su concierto con la trepidante 25 Express para poner en movimiento a un público que bailaría el rock, el swing y el blues al son de temas como Ready for you, Dance and swing o Just for the night. Y por eso, por la pasión con la que se entregaron y por la calidad del repertorio que poseen, junto a la ausencia del teclista de la banda, Pedro Hernández, quizá lo que más hubo que lamentar fue el hecho de tener que ver tocar a una banda tan buena como The MeatPies a la peor hora posible.
Más adelante, caída la noche y terminada la actuación de los jovencísimos Jump to the moon, a eso de las 21:50h le tocaría el turno a Amor Germanio; banda de nueva creación formada por tres experimentados músicos entre los que destaca David Manzullo y que para su mini álbum debut, “Mi momento”, han decidido apostar por un rock oscuro de guitarras rasgadas y melodías ásperas. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones del trío convertido en cuarteto para la ocasión, lo cierto es que el recital iría zozobrando en la bruma de un sonido excesivamente sucio que tornaría casi ininteligibles las letras y en el que acabarían ahogándose las guitarras eléctricas.
Por fortuna para el festival, el encargado de reconducir la situación sería uno de los músicos de mayor prestigio y solvencia del panorama regional y nacional: Fernando Rubio; miembro fundador de Ferroblues, quien, además, para presentar su segundo disco en solitario, “Cheap chinese guitar”, ha reunido a una banda de ensueño formada por Joaquín Talismán a la guitarra, Román García al bajo, Carlos Campoy al piano y Paco del Cerro a la batería. Así, con semejantes mimbres, el recital que habría de tejer Fernando Rubio a base de rock, soul, blues y country solo podría convertirse en un auténtico regalo para los sentidos de un público que supo valorar piezas como Cheap chinese guitar, Thank you for being there, Tides o Bloody Black soul.
A continuación, afrontando las dos últimas actuaciones de la velada, el ritmo del festival viraría súbitamente hacia el punk de la mano de Las Ruinas y Futuro Terror: dos bandas, eso sí, con personalidades musicales bien distintas, ya que si ambas esgrimen el punk como punto de partida irrenunciable, lo cierto es que la primera tiende hacia el pop luminoso y la segunda hacia el rock siniestro. En rigor, dos propuestas que resultarían complementarias, refrescantes y sumamente estimulantes en vivo.
De este modo, con el prolífico Eduardo Chirinos a la cabeza, los hispanoamericanos Las Ruinas ofrecerían un vibrante recital en el que los “Latidos cósmicos” de su último álbum –llevan nada menos que siete discos en sus siete años de vida- parecerían acompasarse con los del público para ponerlo a bailar al compás de temas como Viva la resolución, Fruta de temporada, No hay dinero, Necesito saber y, sobre todo, la rutilante Gabriel y Vencerás.
Finalmente, señalando las manecillas del reloj la 1:10h, los que tomarían casi al asalto el escenario del Lemon Pop serían Futuro Terror; grupo alicantino de punk-rock que aprovecharía la ocasión para presentar su último LP, “Precipicio”. Así, desgranando temas del mencionado trabajo como El paso Dyatlov, Tumba de cristal, Aelita o Urgentes, la formación completaría un concierto frenético que haría las delicias de un público murciano que, a pesar de ser -de hecho- el último sábado de agosto, no falló lejos de la playa a su cita con la música en vivo.