Algo tienen nuestros héroes que nos inspira a mejorar. Algo tienen que al mirarnos en el espejo nos gustaría reflejar. Algo ejemplar; puede ser una preciada cualidad o un alto ideal. Algo que todos llevamos dentro y que, a la vez, puede convertirnos -como a ellos- en únicos, en héroes. Por eso seguimos sus huellas antes de aprender a dar nuestros propios pasos. Por eso los colocamos en el cielo junto a las estrellas. Por eso, en definitiva, es tan importante elegir bien cuando elegimos a nuestros héroes.
Así, inspirado por uno de los mayores héroes de la música popular del siglo XX, este miércoles Shuarma regresó a Murcia para rendir homenaje a David Bowie ofreciendo un cuidado recital en el que las principales composiciones del artista británico sonarían más desnudas, cercanas y emocionantes que nunca. De esta forma, con la monumental fachada del Teatro Romea como telón de fondo y contando únicamente con su guitarra y su voz, el cantante barcelonés se presentaría a eso de las 22:00h ante una plaza que se quedaría pequeña para acoger a las más de dos mil personas que acudieron a la cita.
Entonces, dando comienzo a la velada con The man who sold the world, Scary monsters y Ashes to ashes, Shuarma pronto empezaría a hacer las delicias de un público que no dudaría en entregarle toda su atención y que, a cambio, recibiría una colección de canciones e interpretaciones excepcionales. De este modo, apelando a la esencia misma de los temas del que fuera icono del pop más sofisticado y vanguardista, el concierto cruzaría su ecuador al son de himnos universales como Starman, Changes o Space odity para, a continuación, encarar su recta final con China girl, Under pressure o Heroes.
Ya en el bis y con el respetable puesto en pie, llegaría el momento de que el cantante mostrara su repertorio más personal dando entrada a algunas de las piezas que le han convertido en héroe al frente de Elefantes. Así, cantando y poniendo a cantar al público al ritmo de Azul o Duele, Shuarma aún tendría tiempo para presentar en directo la nueva y solidaria Agua antes de despedirse de Murcia por todo lo alto con Que yo no lo sabía tras casi dos vibrantes horas de sincero y sentido homenaje musical.