Cruel final, el que en esta ocasión le ha tocado vivir al UCAM CF en La Condomina ante su afición. Y es que, después de lograr con diez hombres el gol que, virtualmente, colocaba líderes de la categoría a los locales, fueron los visitantes los que, por mediación de Alberto Castro, acabarían amarrando en las postrimerías del encuentro la primera posición del Grupo IV con la que el Écija llegó a Murcia.
Así, sabedores de ser los dos mejores conjuntos del campeonato hasta la fecha, UCAM y Écija –segundo y primero, respectivamente- saltaron al terreno de juego con la intención de dar el todo por el todo. De este modo, si los andaluces parecieron comenzar el choque con más mordiente que los murcianos, lo cierto es que fueron estos los que golpearían primero a su rival cuando, en el minuto 5, Arturo cabeceó a la red un saque de esquina botado por David López para poner el 1-0.
Sin embargo, los andaluces, lejos de acusar el golpe, pondrían todo su empeño en conseguir un empate que llegaría tan solo ocho minutos más tarde gracias a un disparo de Moyita que el guardameta universitario, Germán, se acabaría metiendo prácticamente en propia puerta. A partir de entonces, el partido se abriría aun más y, a pesar de que el Écija se hizo con el mando del choque adelantando las líneas para presionar la salida de balón del UCAM, ambos conjuntos tuvieron numerosas ocasiones propiciadas, eso sí, por lanzamientos a balón parado.
Ya en la reanudación, el encuentro se adentraría en una fase bastante menos lucida, ya que afloraría ese fútbol bronco y trabado en el que suelen incurrir tantos partidos de esta categoría. De hecho, fruto de la dureza con la que se aplicaron los futbolistas, llegados al minuto 35´de la segunda mitad Urko Arroyo dejaría al UCAM con diez tras ver la roja directa por agredir al visitante Marrufo.
Entonces, quedando diez minutos para el final, sería cuando el partido viviría su fase más loca y espectacular, ya que, primero, en un fantástico arranque de coraje el UCAM logró hacer el 2-1 por mediación de Marc Fernández y, después, cuando el partido había entrado en el descuento, Abraham puso las tablas en un choque que acabaría respondiendo a las expectativas.