Intenso y disputado partido, el que se ha podido vivir esta mañana en el estadio de La Condomina entre UCAM CF y Real Mallorca; dos equipos instalados en la zona baja de la clasificación que parecen condenados a pelear por evitar el descenso de categoría durante lo que resta de temporada.
No obstante, primero por la recuperación que ha experimentado el cuadro local desde la llegada de Francisco a su banquillo, y segundo por la categoría del conjunto visitante –campeón de la Copa del Rey en 2003-, el viejo estadio de La Condomina fue a registrar en la mañana de hoy una de las mejores entradas del curso al ver cómo más de 4000 aficionados teñían de color sus remozados graderíos.
Iniciado el choque, que se presentaba como una autentica final para los baleares al llegar a él tres puntos por debajo de los murcianos, serían precisamente aquellos los que se harían con el dominio del juego haciendo valer la necesidad que tenían por salir de los puestos de descenso. De este modo, con un Real Mallorca mucho más atento y mejor plantado en el campo, las primeras ocasiones no tardarían en caer del lado visitante ni tampoco el premio a su determinación en forma de gol; tanto que anotó en el 15´ Raíllo de certero remate de cabeza tras asistencia de Culio.
Lejos de reaccionar al golpe recibido, los locales se mostrarían tocados durante todo el primer tiempo mientras que los visitantes tratarían de aprovechar para colocar tierra de por medio en el marcador gracias a otro gol que, sin embargo, no llegaría. Tras el descanso, ya en el segundo acto, el UCAM daría síntomas de querer ir a por el empate y, aunque no gozaría de ocasiones de gol a su favor, sí que al menos conseguiría hacerse con el dominio del juego.
Encarando los últimos quince minutos de choque y cuando los universitarios parecían más perdidos en ese laberinto que el Mallorca tan bien había sabido levantar en el centro del campo, llegaría el gol del empate en forma de penalti que transformaría Jona para llevar el alivio a las gradas. A partir de entonces, a pesar de que el público apretó de lo lindo, lo cierto es que el Mallorca sabría nadar y guardar la ropa para no perder en los últimos diez minutos todo lo logrado.
Al final, con las tablas en el marcador, a pesar de que el UCAM dejó escapar otra ocasión de oro en casa para hacerse con un triunfo que, en el día de hoy, habrían dejado casi herido de muerte a uno de sus rivales más directos, lo cierto es que el punto obtenido fue valorado positivamente debido a que, al menos, sirvió para salvar los muebles y mantener las distancias con el Real Mallorca.