Después de un grandísimo partido el viernes en Madrid en el que rozó con los dedos la victoria, el UCAM CB Murcia consiguió derrotar a los blancos en otro espectacular encuentro en el Palacio de los deportes, en el que consiguió igualar la serie de play-off para que se decida en el tercer partido.
Quien pensara que después de conseguir su primera clasificación para los play-off este equipo iba a pasar testimonialmente por esta ronda a disfrutar del premio es que no ha visto, durante toda temporada, de lo que son capaces estos jugadores. Máxime, cuando juegan arropados por el mágico ambiente del Palacio.
Y así, nos hicieron disfrutar de otra gran jornada más de la que sentirse orgullosos en un partido completo y compacto de los de Katsikaris, que volvió a tener una abultada anotación -91-87-, y que supieron resolver con gran maestría en los minutos finales.
Comenzó el partido con mucha igualdad y un juego rápido con constantes intercambios de canastas en el que destacaron unos acertados Campazzo y Faverani, y, después de una descalificante a Ayón por agresión a Rojas que enfadó al Palacio, volvió a recuperar el ritmo hasta terminar el cuarto con 26-31 y con un Felipe Reyes al que costaba parar.
En el segundo cuarto el UCAM mejoró en la pintura con un inconmensurable Faverani que mantenía el ritmo en un marcador que permanecía con una igualada pugna hasta llegar con un 47-50 en el luminoso, que mantenía la tensión de cara al tercer cuarto, que suele ser dónde el conjunto madridista quiebra los partidos.
Y en dicho tercer cuarto, cuando en un primer momento los blancos empezaron fuerte y se pusieron 6 puntos arriba, hizo temer que se marcharan. Pero, sin embargo, con gran intensidad, y manteniendo el acierto en el tiro que tuvieron durante el partido, llevaron el electrónico a un 71-68, en medio de unos grandes minutos de Radovic y Campazzo.
De este modo, la recta final del partido iba a deparar momentos al límite que el equipo gestionó con seguridad y sangre fría liderados por un Cabezas que siempre se convierte en el faro del equipo para estos momentos con un triple y una canasta vital. Se colocó 88-81 a falta de un minuto jugando a un gran nivel, pero los merengues, con triple de Llull y dos tiros libres, se acercaron peligrosamente, hasta que, un tiro libre fallado por Carroll y la posterior falta a Cabezas, que no perdonó sobre la línea de tiros libres, sentenció el partido.
Así, queda todo para decidirse el martes,con una nueva oportunidad para soñar en la que, pase lo que pase, dejará para el recuerdo una temporada inolvidable de un equipo que merece la pena creer en él.