Fueron unos segundos que se hicieron muy largos. El palacio de los deportes permaneció enmudecido al final del partido mientras el trío arbitral visionaba el instant replay de la última jugada en busca de tomar su definitoria decisión. Todo un pabellón en silencio, con los ojos puestos en los tres colegiados, que revisaban cautelosamente una acción final que valía todo el sacrificio de un partido.
El UCAM Murcia se había plantado con un 68-65 ante un Laboral Kutxa que esta temporada está demostrando ser uno de los mejores equipos del continente en la Euroliga. Y a falta de un segundo, el baskonista Tillie diponía de dos tiros libres. Después de anotar el primero tiró el segundo a fallar, y, tras la lucha por el rebote, un tiro rápido de Shengelia entraba después de la bocina. Así, tras revisar la jugada, esta vez los árbitros sí tomaron la decisión acertada y no dieron por válida una canasta que habría llevado el encuentro a una sufrida prórroga.
Por lo demás, fue un partido con mucho desacierto en ataque por parte de ambos conjuntos, sobre todo en su tramo final, donde primaron más las defensas. El UCAM se presentaba intentando quitarse el mal sabor de boca de la última derrota por un punto en Tenerife que supuso el adiós a la copa, y arrancó con gran ímpetu con un enchufado Faverani, y unos activos Rojas y Antelo. Llegaron a disfrutar de un parcial inicial de 15-5, pero los de Perasovic se supieron rehacer para terminar el primer cuarto 20-14, y, posteriormente dar la vuelta a la tortilla en el segundo, haciendo llegar al final del primer tiempo el marcador con un empate a 34.
En la segunda mitad los vascos tomaron la iniciativa en el marcador y se mantuvieron por delante, con ventajas que llegaron hasta los 8 puntos arriba, liderados por un inspirado Adams. El UCAM se supo mantener a flote con gran sacrificio de parte de todo el equipo y bajo la batuta de un magistral Campazzo. También Arteaga se sumó al resto del conjunto después de haber jugado poco este año, y disfrutó de unos minutos de calidad los cuales aprovechó con una gran defensa. El partido ser tornó más duro conforme se acercaba más al final, que junto al desacierto en el tiro de ambos propició en el último cuarto muy poca anotación.
Sin embargo, la tensión estaba asegurada con el apretado final al que se llegó después de dos triples en los dos ultimos minutos de Kelati y Antelo, que desembocarían tras varios tiros libres de ambos equipos en la emocionte jugada final antes comentada. Al final, una victoria valiosísima para los de Katsikaris ante uno de los grandes de nuestra liga, que los carga de moral para seguir escalando posiciones.