Foto: The Sounds
El WAM Festival cerró su primera edición con otra intensa tarde de conciertos que, aunque a nivel global no llegó a la gran altura de la gran primera jornada del festival, sí que deparó grandes momentos. Fue un día en el que tuvieron un especial protagonismo la electrónica, por una parte, y los grupos murcianos, por otroa, amén de valores seguros, como los clásicos en estas lides: Lori Meyers y La Habitación Roja.
La tarde había comenzado con protagonismo femenimo y propuestas diferentes. Por un lado, abrió la delicadeza de Anni B Sweet en el escenario principal y, poco después, la fiereza sobre el escenario Punta Este de Clara Plath. Nosotros, sin embargo, aparecimos en el escenario Thunder Bitch prestos para disfrutar del concierto de L.A, que dio comienzo sobre las 19:00h.
Foto: L.A
La banda mallorquina comandada por Lluís Albert Segura traía bajo el brazo su último album “King of Beasts” con el que han empezado su gira de presentación. Quizá más melodioso que los anteriores discos, lo cierto es que los nuevos temas combinaron bien los anteriores éxitos gracias a su solvente pop-rock dejando una grata sensación entre el público.
Después de disfrutar de lo lindo con el ya comentado concierto de La Habitación Roja, obtuvimos una agradable sorpresa al acercarnos por el escenario Punta Este y comprobar el gran éxito de Noise Box. En un escenario que durante la jornada destacarían varios grupos murcianos, los de Jesús Cobarro transmitieron unas inmejorables sensaciones mostrando sobre el escenario una gran fiereza al presentar su trabajo “Every Picture of you is when you were younger” ante el público del festival.
Sonido contundente y gran actitud. Una pena que se solapara con Shura, concierto al que nos trasladamos apresuradamente con el tiempo suficiente para corroborar que fue otro de los grandes triunfos del día. Su estilo synth-pop “madonniano” tanto sonoro como estético atrajo a un considerable número de asistentes al Escenario Thunder Bitch e hizo recordar por momentos el concierto de Chvrches el año pasado en el SOS 4.8. Una fórmula victoriosa a la que, con solo un álbum todavía: “Nothing’s Real”, se le augura un gran futuro.
Foto:Noise Box
Después del gran éxito que fue el concierto de Lori Meyers, y con un recinto que a esas alturas ya lucía lleno, los grupos murcianos sacaron músculo y mantuvieron a flote el festival. Varry Brava recogió a gran parte del público de los granadinos y lo mantuvo bailando y divirtiéndose con su adictivo pop fresco. Poco se puede decir de ellos que ya no se sepa. Se nota que en Murcia el público los ama y los acompañó con algarabía al calor de sus hits.
Poco después, pasada la media noche, en el escenario Punta Este rompió decibelios Crudo Pimento. El dúo del barrio del Carmen ofreció un cambio de registro al festival con su rock áspero y salvaje contando, además, con la colaboración del rapero J.Higgz (partenaire de Raúl Frutos en FHHx). Una propuesta original y diferente para los que quisieron vivir emociones fuertes.
Foto:Orbital
A la misma hora coincidió uno de los platos principales del festival: Orbital. Música electrónica de calidad, pero que decepcionaría no por su nivel, sino porque quizá la propuesta del dúo británico habría tenido mejor encaje en un contexto de sesiones Djs a partir de las 3 o las 4 de la mañana.
El cambio de tercio fue brutal sobre la 1:30h. Coincidieron en horario Perro y The Sounds, y fue una pena, porque volvió la “caña” de nuevo en dos de los mejores conciertos del festival. Empezamos con los murcianos, que abarrotaron el escenario Punta Este ante un enfervorecido público y demostraron que mantienen intacto su punch, pero no podíamos dejar pasar la oportunidad de ver las evoluciones de la banda sueca. Y mereció la pena porque ofrecieron unos de los mejores momentos del fin de semana. Indie-rock de calidad con un sonido contundente, unas guitarras poderosas, buenas melodías, una gran puesta en escena y dominio del escenario de la cantante Maja Ivarsson; seguramente, una de las mejores vocalistas del indie europeo.
Foto:Perro
Tras el gran sabor de boca que dejó el directo de The Sounds, todavía quedaría la electrónica de Trentemoller, otro de los conciertos más esperados, esta vez sí, programado a una hora idónea para los amantes del techno, los cuales disfrutaron con el danés de un hipnótico recital. Para finalizar el festival aún quedarian para última hora de la noche los conciertos de Perlita y Delorean, que harían las delicias de quienes tenían todavía fuerzas para exprimir la experiencia del festival.
Así pues, como conclusión, quedó en el ambiente la opinión generalizada de que el festival en su primera edición, y después de haber sido organizado con el poco tiempo que tuvo, salió airoso y cumplió con muy buena nota. La organización fue muy buena en el recinto, hubo comodidad para los asistentes y el incentivo para el reciclaje de los vasos contribuyó a que se mantuviera una gran limpieza, aunque, por desgracia, los precios a la hora de consumir siguieran siendo astronómicos. Además, fuera del reciento, el esfuerzo por acercar a la ciudad diversas actividades y hacer conciertos en las plazas y diferentes locales fue encomiable.
El apartado de grupos se consiguió salvar con muy buena calidad en relación al tiempo y los recursos que se tuvieron. Mención especial para la gran cantera de grupos murcianos, quienes dieron el do de pecho y que sin ellos no habría podido desarrollarse con el éxito con el que lo hizo. Respondieron cuando más se les necesitó y con sobresaliente. Así, para el futuro habrá que comprobar, ya con tiempo de planificación, si la organización en la edición del año que viene puede dar otro paso y hacer crecer el festival, ya que para entonces se les juzgará con mayor exigencia. El año que viene lo comprobaremos y ojalá que sea otro éxito.
Foto: Trentemoller