Breve Historia de los Teatros de Murcia (IX)
Para terminar de manera definitiva con nuestro recorrido por los teatros de la Murcia actual, debemos volver previamente la mirada atrás para recordar aquellas antiguas sociedades que durante todo el siglo XIX cuajaron la ciudad de teatros. Si aquellas sociedades estaban formadas básicamente por aficionados al teatro que actuaban para sus socios y para el público general, hoy en Murcia existe una asociación que utiliza el teatro, no ya como mero entretenimiento más o menos artístico, sino como vía de comunicación, integración y apoyo a niños que sufren una discapacidad o padecen una enfermedad. Como autor de este trabajo, ha sido para mí realmente satisfactorio poder acabar este apasionante viaje haciendo mención a una asociación tan especial como Pupaclown, una asociación sin ánimo de lucro integrada por aficionados al teatro que han decidido dedicar su tiempo y su esfuerzo a provocar las sonrisas del público más agradecido y grande que pueda haber, el de los niños que pasan por dificultades.
La asociación Pupaclown fue creada en 1998 por una serie de profesionales de distintas ramas que se unieron con la loable intención de endulzar el ambiente y elevar el ánimo de los niños que se veían obligados a pasar una temporada en el hospital. Especialmente vinculada a la Arrixaca, esta asociación de payasos comenzó su actividad utilizando como escenario las propias habitaciones del centro sanitario. Más adelante, hacia 2003, con la asociación plenamente asentada y reconocida surgió la idea de ampliar el proyecto a través de la construcción de un espacio escénico independiente en el que se pudieran impartir cursos y representar funciones teatrales para un auditorio en el que estuvieran integrados sin barreras arquitectónicas niños con y sin discapacidades. Así, después de siete largos años de esfuerzos y gestiones, el llamativo y vanguardista teatro de Pupaclown pudo abrir sus puertas el 11 de diciembre de 2010.
Vista actual del Centro escénico de PupaClown.
Para los que puedan dudar de la naturaleza rigurosamente teatral de las actividades de los Pupaclown, diremos brevemente que el personaje de clown, o bufón, está fuertemente unido a la historia del teatro en Inglaterra. De hecho ya en el siglo XVI, ciertas compañías inglesas que trabajaban un tipo de teatro popular y festivo basado en un humor lleno de golpes, caídas y bastonazos estaban dirigidas por un bufón-maestro de ceremonias llamado clown. Por otra parte, el edificio que regentan los Pupaclown en la calle Federico García Lorca del barrio de San Basilio es el único de cuantos se han construido recientemente en Murcia que merece ser llamado teatro con toda propiedad. De hecho la forma semicircular de su coqueta grada con asientos de colores para 300 espectadores recuerda inevitablemente a los clásicos teatros romanos o a los más modernos teatros-circo. Además, por si todo esto fuera poco, debemos recordar que en el teatro Pupaclown se desarrollan extensas programaciones de espectáculos escénicos entre los que tienen una presencia protagonista las funciones de teatro.
Pues bien, cogiendo la característica nariz roja de los payasos de Pupaclown y usándola a modo de guinda o broche final para este trabajo, podemos dar por concluido nuestro fantástico viaje a través del tiempo por los teatros que ha conocido Murcia a lo largo de su historia. Es cierto que ahora que hemos cubierto la última etapa y nuestros pasos se detienen llegados hasta nuestros días, podemos sentir la alegría por el camino recorrido mezclada con la pena por la imposibilidad de continuarlo. Sin embargo, más allá de las alegrías o de la penas, que suelen alternarse y ser fugaces en la vida, he de reconocer que el humilde autor de este trabajo se sentiría especialmente realizado si, llegados a este punto, todos hubiéramos experimentado a lo largo de nuestro camino juntos el placer de buscar y la satisfacción de encontrar.
Nuestra aventura concluye aquí, pero la historia y la vida del teatro en Murcia seguirá escribiéndose mientras haya autores dispuestos a plasmar la vida sobre el papel, mientras haya actores resueltos a representar las obras sobre las tablas, y mientras haya público que dé sentido con su presencia al esfuerzo de tantas vocaciones. Por otra parte, que nuestro camino termine no quiere decir que ustedes no puedan volver a recorrerlo cuantas veces lo deseen, o a profundizar en las historias de los teatros mencionados, o a descubrir las vidas ocultas de aquellos coliseos que se hayan quedado en el tintero. Así, ya sin más dilación y con la sana intención de haberles brindado una función que les haya hecho disfrutar, me despido hasta siempre de todos ustedes haciéndoles una sincera reverencia de gratitud mientras se baja el telón.
Miguel Casas Clemente
Bibliografía:
BARCELÓ JIMÉNEZ, Juan (1962) El teatro Romea y otros teatros de Murcia, Murcia, Real Academia Alfonso X el Sabio.
CRESPO PÉREZ, Antonio (1997) Antiguos teatros de la ciudad de Murcia, Murcia, Real Academia Alfonso X el Sabio.
SÁNCHEZ MARTÍNEZ, Rafael (2009) El teatro en Murcia en el s. XVII (1593-1695): Estudio y documentos, Murcia, Támesis.
Entregas anteriores:
Breve Historia de los Teatros de Murcia (I)
Breve Historia de los Teatros de Murcia (II)
Breve Historia de los Teatros de Murcia (III)
Breve Historia de los Teatros de Murcia (IV)
Breve Historia de los Teatros de Murcia (V)
Breve Historia de los Teatros de Murcia (VI)