No es extraño que estemos locos por Burning
Quizá sea porque fueron de los primeros, allá por 1974, en demostrar en España que se podía cantar rock and roll en español. Quizá sea porque fueron pioneros en desarrollar un rock que, alejado de la efervescencia de lo juvenil, extraía de los territorios más profundos de lo adulto su esencia. Quizá sea porque han sido supervivientes de una época en que la música no era un mero entretenimiento, sino un estilo de vida, e incluso una forma de dar la vida. Quizá sea porque son los autores de un puñado de las mejores canciones de la historia del rock and roll. Pero lo cierto es que, sea por lo que sea, no es extraño que estemos locos por Burning.
Así, con las ganas que teníamos desde el año 2009 de volver a ver en Murcia a la banda de rock más chula y elegante del Madriz castizo, en la noche del viernes no dudamos en plantarnos en la Sala Garaje Beat Club para de recibir a los Burning –recuerden: la u se pronuncia u- como solo los más grandes se merecen. Y de esa forma, sobre las 23:00h, con un ambiente rebosante de público desde los aledaños que apuntaba a noche importante, accedimos al local para escuchar cómo Los Fanáticos se encargaban de dar el pistoletazo de salida a lo que habría de ser una larga noche de rock and roll.
En rigor, una larga noche de rock and roll que no pudo arrancar de mejor manera ya que, por sonido, actitud, trayectoria y calidad, Los Fanáticos demostraron ser una banda ideal para electrificar a un público ávido de rock y, dada la ocasión, abrir por todo lo alto un concierto de Burning sin desmerecer ante la talla de estos. De esa manera, con el público ya caliente gracias a la rotunda actuación de los murcianos pero a la vez expectante por la espera, los madrileños hicieron acto de presencia sobre el escenario del Garaje a las 00:30h para delirio de una Sala que lucía llena hasta la bandera.
Fue entonces cuando comenzaron a sonar los acordes de Madrid, rock de sonido stoniano acuñado en 1978, para poner al respetable a cantar justo antes de dar paso a una primera mitad de recital en la que tendrían un protagonismo casi absoluto los temas del último disco de Burning, Pura Sangre. Así, pudimos escuchar por primera vez en vivo canciones como Tú te lo llevas todo, Willie Dixon, Corre comigo, o Bestia azul, aunque nunca sin perder de vista los clásicos que han hecho de Burning una banda mítica. De esta forma, junto a los mencionados cortes de su último álbum, también pudimos disfrutar de Baila mientras puedas, I´m burning o Jim Dinamita, con la que el concierto cambió de rumbo y se adentró en su segunda mitad.
Y, como era de esperar, metidos en la segunda mitad del espectáculo, fue cuando Jonnhy Cifuentes comenzó a disparar indiscriminadamente sobre el público toda la batería de canciones con las que Burning ha dejado de ser historia para convertirse en leyenda del rock and roll: Muévete en la oscuridad, ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?, Ginebra seca, Esto es un atraco, Es especial y Mueve tus caderas fueron los temas que hicieron subir la intensidad al máximo poniendo a bailar y a cantar a toda la Sala antes de que, a eso de las 2:20h, llegaran los bises.
Ya en el tiempo añadido brillarían otros dos clásicos made in La Elipa: No es extraño que tú estés loca por mi y Una noche sin ti, preciosa balada rock firmada por el inolvidable Pepe Risi con la que Burning puso fin a un concierto de más de dos horas que volvió a dejarnos, como hace 6 años en la carpa de la Plaza de Toros, locos por ellos y locos por el rock and roll.