Sanluqueño

Se atribuye a Jorge Valdano la fama de la expresión "El fútbol es un estado de ánimo". En multitud de ocasiones hemos visto ejemplos en que un grupo de jugadores se ve atenazado por el ambiente, tanto interno como externo, y cae presa, sin saberse como, en una barrera psicológica, intangible, en que todo sale mal. Otras veces, en cambio coge una buena ola, los jugadores adquieren confianza y los resultados salen incluso cuando tienes partidos en que no juegas bien.

El Real Murcia se encuentra en ese estado de optimismo desde que llegó su nuevo accionista Raúl Moro y cosechó en la Nueva Condomina su tercera victoria consecutiva. Cierto es que no fue su mejor partido de la temporada ni mucho menos, y que el Atlético Sanluqueño es el colista de la categoria. Pero en una liga tan igualada lo importante es sumar, y de momento el equipo ha cogido un ritmo de puntos esperazador.

Otra discusión es si el equipo sin algún que otro retoque de calidad en el mercado de invierno está entre los mejores de los grupos de 2ªB para conseguir el asenso. Pero lo que es seguro es que este grupo podía dar más de lo que estaba dando, y ojalá esta buena racha sirva para que muestren más seguridad en el futuro.

La primera parte fue para el Saluqueño, que mostró más ímpetu y tuvo varias ocasiones en la primera fase del partido. Los de Paco Garcia no encontraban el juego de toque del que han hecho gala en otras ocasiones y no conseguían proponer un juego creativo que profundizara y creara fluidez desde el medio hacia la delantera. Solo en los últimos minutos reaccionaron los pimentoneros y dispuserion de una ocasión de Isi y de Titi.

En la segunda mitad el Murcia siguió espeso en ataque, y, aunque tuvo una buena ocasión Borjas Martín en el minuto 51, Paco Garcia enseguida intentó dar un nuevo aire al equipo con la entrada al campo de Germán y Roberto Alarcón. De las botas de éste último llegó un centro desde la banda que remató Javi Saura sorprendiendo con sullegada desde atrás y supuso gol de la victoria de los murcinistas. 

Después del gol hubo una tangana posterior que se saldó con dos amarillas para cada conjunto,  debido a la discusión sobre devolver o no el balón en una jugada anterior al gol en que el portero visitante tiró fuera el balón para atender a un compañero.

El Sanluqueño intentó con dos cambios irse arriba en los últimos minutos, pero el partido se volvió bronco y se jugó poco hasta el final, amarrando así los pimentoneros esos vitales tres puntos. De esta forma, el conjunto grana se acerca más a los puestos de play-off , y tendrá otra buena oportunidad la semana que viene, también en casa, ante La Roda -clasificado penúltimo- de seguir recortando.