Aunque jamás se nos ocurría calificar a un grupo como “el peor del mundo” por el respeto que merecen siempre aquellos que se suben a un escenario con la ilusión de dar a los demás lo mejor de sí mismos, en esta ocasión, aprovechando el lanzamiento del último disco de Sidonie, que precisamente se titula así, nos hemos permitido encabezar de ese modo la crónica del concierto con el que este martes los catalanes presentaron en la pedanía murciana de La Alberca su más reciente trabajo, editado hace apenas diez días.
De esta manera, con unas ganas irrefrenables de conocer lo último de Sidonie, no dudamos en descolgar nuestros trajes de dandis del extrarradio y acudimos raudos al LA Festival, que por primera vez se realizaba en La Alberca y por cuyo escenario habían desfilado desde las 19:00h una amplia nómina de grupos locales. Sin embargo, el momento más esperado de la velada no llegaría hasta que, a eso de la 1:15h, Sidonie hicieron acto de presencia ante las dos mil personas que a esa hora llenaban el recinto.
Así, con el trío barcelonés encabezado por Marc Ros haciendo sonar los fulgurantes acordes de Costa azul, Sidonie darían el pistoletazo de salida a un concierto que, como si fuera una desbocada carrera de caballos, apenas habría de dar un segundo de descanso a los asistentes. De este modo, sucediéndose temas con los que la banda repasó lo más granado de su carrera y entre los que sonaron Fascinado, Sierra y Canadá o Los olvidados, llegamos al ecuador del recital; momento que Sidonie elegirían para introducir tres cortes de su último disco: la luminosa e irresistible Carreteras infinitas, la trepidante y cinéfila Fundido a negro, y la rabiosa y rockera Os queremos.
Avanzando imparables por la segunda mitad de concierto, junto a los mencionados tres temas de El peor grupo del mundo, Sidonie no dejarían nunca de lado sus trabajos anteriores al extraer de ellos canciones como la romántica En mi garganta, la psicodélica El bosque, o Un día de mierda, que fue interpretada por Marc Ros paseado a hombros por en medio del público. Ya en la recta final, la banda terminaría quemando las naves con El incendio, que desató la locura entre el respetable, y, en los bises, con Nuestro baile del viernes y Estáis ahí, que fueron coreadas de principio a fin y que sirvieron para cerrar por todo lo alto un espectáculo que resultó sobresaliente.
Y es que, limitándonos a relatar con fidelidad técnica lo acontecido, jamás podríamos ser capaces de transmitir lo que se vivió en La Alberca si no adujéramos a la simpatía, el descaro, el carisma, la gracia, la elegancia y la vitalidad que Sidonie mostraron sobre el escenario haciendo gala, una vez más ante nosotros, del amor que sienten por lo que hacen y de ese alto sentido de la escena que, desde siempre, les ha caracterizado.
Por eso, mientras abandonábamos el polideportivo de La Alberca, no pudimos evitar sentir una honda e íntima satisfacción por comprobar que Sidonie, uno de los grupos más importantes que ha dado la historia reciente de nuestra música y cuya aportación ha sido clave para revitalizar y dar forma a ese nuevo pop español llamado indie, sigue en plena forma e incorporando a su ya vasto repertorio nuevas canciones a la altura de sus más celebrados clásicos.
Por último y antes de concluir, para los amantes de las curiosidades y las fechas diremos que este pasado martes por la noche no fue la primera vez que Sidonie actuaban en un Festival llamado LA en la Región de Murcia, ya que el 1 de agosto de 2008 conformaron junto a Circodelia y Vetusta Morla -casi nada al aparato- el cartel de un festival homónimo que se celebró en Los Alcázares y en el que, naturalmente, estuvimos presentes.