Ana Curra se anota el primer gran lleno del WAM Festival
Enorme expectación, la que se generó anoche en la murciana Sala REM para presenciar “El Acto”, espectáculo musical concebido por Ana Curra para rendir homenaje y ofrecer una lectura cabal y actualizada del legado de Parálisis Permanente, banda clave en la historia del punk español de la que la propia Ana fue integrante junto a Eduardo Benavente desde 1981 hasta 1983, año en el que la formación vio cortada su trayectoria a causa del fatal accidente de tráfico que le costó la vida al joven músico cuando contaba veinte años.
Así, con el objeto de revivir una de las páginas más brillantes de nuestra música, serían cientos los que acudirían al céntrico local hasta poner a prueba su capacidad poco antes del comienzo de la actuación de Ana Curra. De este modo, con el recinto abarrotado y la atención de los presentes derramándose sobre el escenario, a los pies de la pantalla en la que con letras rojas sobre fondo negro se anunciaba el título del único disco de Parálisis, el esperado concierto arrancaría, precisamente, con la banda haciendo sonar El acto.
A continuación, invadida por una densa niebla que sería proyectada por sendos cañones de humo, la sala parecería retroceder en el tiempo hasta sumergirse en los primeros años del Madrid de los 80, cuando el post-punk de estética siniestra, melodías rotas y letras oscuras vivió sus efímeros días de gloria en España. De esta manera, con Ana Curra entregada a los teclados y a las percusiones cantando, danzando y sonriendo sin parar como si fuera una sacerdotisa -diabólica maestra de ceremonias-, el recital avanzaría frenético desgranando temas de “El Acto” como Quiero ser tu perro, Yo no, Héroes o Te gustará.
Entonces, tras interpretar la legendaria Nacidos para dominar, Curra ofrecería canciones como Más y Ratas, ambas de Seres Vacíos, banda paralela a Parálisis a la que ella misma y el propio Eduardo dieron vida. Más adelante, atravesando el ecuador de la velada, llegarían dos de las composiciones más celebradas de la formación: Tengo un pasajero y Quiero ser santa. A continuación, feliz, agradecida y cómplice con el público, Ana Curra dirigiría el concierto hacia una nueva fase en la que alternaría temas de Parálisis con otros de su carrera en solitario y de otras bandas como Los Escaparates o Eskorbuto.
Ya en los bises, dos nuevas canciones de Parálisis Permanente servirían para cerrar el círculo y culminar el recital por todo lo alto: Adictos a la lujuria y, sobre todo, Autosuficiencia, composición que ha quedado para la eternidad como la más indisolublemente unida a la historia de Parálisis Permanente y a la figura de Eduardo Benavente; figura que, a pesar de su temprana muerte, con el paso de los años no ha hecho sino crecer hasta alcanzar la categoría de mito para todos aquellos que, alguna vez, se han dejado seducir por las tentaciones de la vida subterránea y han conocido la verdad que encierra la oscuridad.