El príncipe

Entrevista a Blas Cantó: "Hay que revolucionar, eso es lo que hay que hacer"

Crear: 10/31/2024 - 01:33

Blas Cantó es uno de esos artistas que trabajan a diario para continuar en el complejo mundo de la música. Sus años de carrera le reafirman, su experiencia le da seguridad, su persistencia le recompensa. Tener la suerte de haber podido mantener esta conversación con él es un lujo que no olvidaré.

Hola, estás presentando tu último trabajo, El Príncipe, y por lo que he podido ver hay muchos productores y mucha gente que ha trabajado en él. ¿Cómo te sientes después de haberlo hecho?

Bueno, la verdad es que ha sido un proyecto muy diferente entre sí, por las canciones, los productores… Alguien me preguntó: “¿Con qué productor estás trabajando?”; y yo le contesté: “No, yo trabajo con muchos y a la vez”. Y la verdad es que hemos conseguido algo distinto a todo lo que venía haciendo. Eso me realiza mucho como músico, como intérprete y como compositor porque, al final, experimentar registros que no conocía no solo me ha dado la oportunidad de realizarme como artista, sino también de salir del modo melancólico y melódico al que estaba acostumbrado. Todo eso me ha cambiado definitivamente el estado de ánimo.

Este disco lo veo más vivo, como tú dices. Quizá, por dejar de lado y atrás los dramas y las penas y dar un pasito hacia adelante para ser más positivo, más vitalista.

Sí, al final creo que también forma parte del proceso el volverse más excéntrico para luego llegar a un punto medio y poder mantener una estabilidad emocional, que también es lo que requiere la carrera.

¿Como persona, te ves ahora en ese momento: en una etapa más feliz?

Más estable. Sin grandes picos de felicidad ni grandes picos de tristeza. Creo que se trata de eso, no voy a estar en los extremos, porque soy Escorpio y ya me considero bastante extremista a veces.

Y, además, con lo difícil que es conseguir ese equilibrio. O sea, que has hecho un trabajo enorme.

Sí, la verdad que sí. Muchas gracias.

En este nuevo disco, no solamente metes mano al Pop con mayúsculas, sino que también has picado de la cultura mexicana. Contigo ha colaborado Carmen de León para hacer una canción que se llama “La cura”. ¿Qué tal esa experiencia de meterte en el mundo mexicano? No sé si te lo propusieron o si fue cosa tuya.

Pues mira, la primera canción que hicimos más mexicana se llama “El perdedor”. Está en el álbum y ahí es cuando conocí a un muchacho venezolano que reside en París. Me encantaba su rollo, su estilo y le invité a cantar en “El Perdedor”, que es una ranchera. Y somos un murciano y un venezolano cantando una ranchera… Oye, pues de puta madre. Yo creo que al final en la mezcla es donde está el futuro.

Luego, “La cura” la escribí y la grabé con Pepe Bernabé y Joaquín Martínez, que están en Ibiza y tienen un estudio increíble. El espacio que me ofrecía Ibiza para grabar y para componer era mágico. Me metí de lleno, ni más ni menos, que en un bolero. Si la escuchas detenidamente, es un bolero, sobre todo el estribillo, y ese híbrido me encantó. Creo que ese es el camino, mi camino. Mezclar lo melódico con algo diferente me parece muy interesante; y ese sonido cuando lo cantas en acústico cobra otro sentido. Esas son canciones que se pueden interpretar de otra manera, no necesariamente están sostenidas por una producción, sino que desnudas funcionan, y eso es difícil, y de eso se trata también.

Además, con esas canciones se revitalizan estilos a los que el oyente no suele estar acostumbrado y, a la vez, se les da ese toque actual. Posiblemente, se convierta en una forma de hacer música determinada.

Así te acercas, claro. Pero, incluso creo que la responsabilidad de acercar los estilos más tradicionales a la gente más joven, la tiene, precisamente, la gente joven, porque la gente mayor ya sabe lo que va a escuchar, pero para la gente joven escuchar “La gata bajo la lluvia”, por Naiara en Operación Triunfo, o para un adolescente oír “Tómame o déjame”, de Mocedades, hace unos años era inaudito. Pero, ahora es como cool, es como: “Guau, están descubriendo el mundo”, y eso me parece sensacional. Porque, al final, a los que nos gusta esa música de toda la vida, nos da la oportunidad de decir “sí se puede”. Se pueden traspasar generaciones escuchando canciones más clásicas con una producción más cercana a lo que el público joven está acostumbrado.

Se podría decir que ahora hay menos vendajes en los ojos y en los oídos para escuchar música.

Creo que hay menos prejuicios, creo que estamos en la era en la que está todo tan globalizado, que una misma persona puede escuchar rancheras, baladas, reggaeton, pop, rock. Me parece que ser melómano está de moda.

¡Pues que dure esa moda! Pero, regresando al proceso de gestación de El príncipe, hemos hablado de que te fuiste a Ibiza con un productor para grabar ciertas canciones y que colaboraste en otras con gente de Venezuela. Entonces, ¿cómo se planteó la grabación de El príncipe? ¿Como algo estructural, predeterminando lugares y formas de grabar, o fue todo sobre la marcha?

Fue todo un poco sobre la marcha. Casi todos mis álbumes son así, hago sesiones en todo el mundo, en el último álbum es verdad que el mundo ha venido a mí, porque ha venido a Madrid, Miami, México y los Estados Unidos. Es como que la zona más latina y la zona más anglo, han venido a mí.

Pero, es verdad que al final se crea como una magia muy distinta y tengo muchas ganas de seguir y ahora hacerlo al revés: viajando yo. Ahora soy yo el que va a ir. Tengo muchas ganas de ir a México, ganas de componer en Miami con gente maravillosa que he conocido y con los que están por conocer. Y de cruzar el charco otra vez, que hace muchos años que no voy.

Movimiento continuo, como se suele decir.

Teniendo en cuenta esas mezclas de estilos y formas de las que hablabas, ¿en esta gira has pensado también en mezclar formatos acústicos con formatos con banda?

La gira será un híbrido en el que en algunos shows vamos a estar con la banda completa y en otros vamos a ir en formato acústico. Depende de las condiciones que nos lo permitan y también de las circunstancias de los lugares a donde vamos, que también hay que saber dónde uno va. No sé. Porque de repente no vas a montar una rave en el Teatro Real.

Sería peculiar, cuanto menos… Bastante peculiar.

Sí, bueno. Lo que hablamos antes. ¿Por qué no? Pues sería como acercar el Teatro Real a la gente más joven. Por eso me parece sensacional poder adaptar los formatos según el sitio donde vayas, es muy interesante.

Y después de tantos años dedicado a este mundo loco de la música, ¿Blas Cantó cómo se encuentra ahora como artista? ¿Piensas que has hecho todo lo posible y que no puedes hacer más? ¿Piensas que ya lo sabes todo? Lo cual sería un profundo error, ¿de qué manera te encuentras ahora mismo?

Creo que al final sería un error, obviamente, como has dicho, pensar que lo has hecho todo, o que no tienes nada más que hacer. Tengo 32 años, es que eso no es nada. Tengo la vida por delante y me apetece mucho hacer cosas que nunca he hecho, como el pop colorido que he hecho. Pues ahora me apetece irme a México y juntarme con lo mejor de lo mejor de allí de la música más tradicional.

No sé, estoy muy emocionado, siempre en el continuo cambio. No me escucharás haciendo siempre lo mismo. Desde una balada para Eurovisión hasta el “Animal distinto”, que fue el último single, y “La cura”, que es un bolero, son canciones totalmente diferentes. Creo que al final los artistas de hoy en día no tienen un estilo definido y encorsetado. No están cerrados al mundo.

Si me permites, por lo que he podido apreciar en tu evolución musical, veo que la música no se estaba adaptando a tu forma de ser. Te llegaba música y te la adaptabas a ti. Creo que ahora te has adaptado tú a la música que te vas encontrando por el camino y creo que eso te ha dado un tramo de conocimiento que quizás otros artistas no tengan y eso es muy bueno porque también se puede transmitir ese conocimiento a los que van a verte en los directos.

Claro, al final la gente me puede conocer más por hacer medios tiempos, por hacer canciones más melódicas. Pero, si algo tengo claro, es que no quiero aburrirme. Quiero que el público que me sigue tenga la oportunidad de escuchar otras cosas, aunque al final se me caracterice por ser más melódico, que eso no lo voy a negar, y además estoy muy orgulloso de ello.

Yo, personalmente, pienso que los artistas que no evolucionan, se quedan encasillados ahí sin salir de su zona de confort, como me decías antes.

Hay que revolucionar, eso es lo que hay que hacer.

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