Pop con orgullo y felicidad
The Yellow Melodies han vuelto a las estanterías de las tiendas de discos por todo lo alto. Concentrados en los míticos estudios de grabación PM Studio y bajo la producción de la propia banda, han conseguido un sonido impecable que, desde el principio, mientras suena "Life", incita a un ineludible viaje al centro del pop.
Rafa Skam lidera una banda que sabe lo que hace y que ejecuta sus creaciones a las mil maravillas. José Ángel a la batería, el bajo de Pilar Aparisi, Carlos Abrisqueta al mando de los teclados y las guitarras se unen a Skam, que completa la sonoridad con sintetizadores, teclados, guitarras y voz principal.
Canciones marca de la casa, reconocibles a la primera escucha y un pop con denominación de origen es lo que se encuentra en las nueve canciones que forman "Life". Además, la banda se ha sabido rodear de un buen puñado de amigos con los que crear su nuevo disco. De entre ellos destacan la guitarra y el teclado que Raúl de Lara suma en Don´t think twice, pero también produce este tema grabado en Ama Estudios. Digno de ser mencionada es la colaboración de Juan Antonio Ross en tres canciones con tres instrumentos diferentes; poniendo la voz en Flying together, la guitarra en Our time is over y su prodigioso Moog en Back again, con el que se cierra el álbum.
The Yellow Melodies llevan en la música el tiempo suficiente como para saber que no necesitan cambiar ni un ápice de su estilo, pues lo bueno siempre funciona y por ello siguen en lo alto. Como ejemplo la magnífica For a star, donde derrochan sin pudor una música única e inigualable. Un sonido tan perdurable en el tiempo como extrapolable más allá de nuestras fronteras, y de hecho ya lo han logrado, pues han paseado su apasionado pop por tierras del Reino Unido.
"Life" no llega a ser una obra conceptual, pero sí que todas y cada una de las piezas que lo forman hacen de este trabajo un concepto en sí mismo. Las canciones no serían igual sin la obra fotográfica de Rafa Skam que llena la portada. Ella no sería igual sin el diseño de Ángel Ninguno. En definitiva, estamos ante un disco que gana con cada escucha, que crece canción a canción y que se ha convertido en necesario para entender el pop, ya no sólo en nuestra Región, sino en todo el país. The Yellow Melodies son conscientes del gran trabajo realizado, de ahí esa felicidad que transmiten en cada actuación. Por eso se les nota tan orgullosos. Y a nosotros también.
