Lo niego todo
Joaquín Sabina, tan joven y tan bueno
En la noche del viernes Murcia recibía al gran Joaquín Sabina dentro de la multitudinaria gira de su último álbum “Lo niego todo”. Con las entradas agotadas desde hace meses en la Plaza de Toros de La Condomina, el genio de Úbeda se presentaba ante una cita que, ya por el ambiente que se palpaba en la entrada al recital, se presumía que podría ser una de esas ocasiones únicas que quién sabe si volvería a repetirse en la ciudad.
Con esa atmósfera de gran acontecimiento y ante el hecho del lujo que supone poder disfrutar en casa de una de las figuras más importantes de la música en castellano en las cuatro últimas décadas, nos adentramos en el centenario coso murciano para presenciar el tan esperado show.
Así, un poco más tarde de las diez y media, con una plaza llena hasta la bandera y ataviado con su inconfundible bombín, apareció ante una atronadora ovación el poeta andaluz bajo las notas de la canción que da título a su disco Lo niego todo, tema en el que ironiza con las leyendas noctámbulas y canallescas que le han rodeado.
Tras ello, pidió simpaticamente perdón por la “tortura” de todas las canciones nuevas que iba a cantar, ya que después de unos cuantos años sin nuevos trabajos discográficos, tenía ilusión en presentar sus más recientes temas. De este modo, se sucedieron, "Quien más quien menos", "Postdata", "No tan deprisa", "El reggae", "¿Qué estoy haciendo aquí?", y la emocionante "Lágrimas de mármol". Canciones que muestran un Sabina sabio y nostalgico, pero con la valentía de no rehuir adentrarse en sus ultimas vivencias personales y mirar hacia adelante para seguir disfrutando de la vida, conformando en estas nuevas canciones algunas de las mejores letras de su carrera y una música en la que se nota detrás la mano de Leiva, productor del album.
Le dedicó el rock "Las noches de domingo acaban mal" a su guitarrista Jaime Asúa, recordando las vivencias comunes con su mítico grupo Alarma!!!, y después presentó al resto de sus músicos, “su familia”, para luego tomarse un respiro en el que dejó con el timón del show a la impresionante voz de Mara Barros, que bajó de los coros al centro del escenario para cantar la bella "Hace tiempo que no", de su reciente disco en solitario. Posteriormente, fue el turno de su genial y fiel escudero Pancho Varona, que se destapó con "La del pirata cojo".
Sabina regresó acto seguido al escenario recibido por Mara Barros con la copla "Y sin embargo te quiero", dejándole el testigo para seguir con "Y sin embargo" en un emocionante momento que puso en pie al respetable, que reaccionó con una atronadora ovación.
Esta segunda fase del concierto fue una mágica sucesión de míticos temas. Así, vinieron "Una canción para la Magdalena", "Por el bulevar de los sueños rotos", "Ruido", "Peces de ciudad", "19 dias y 500 noches" y "Aves de paso". "El flaco de Úbeda" se movió en todo momento por el escenario con una vitalidad like a Rolling Stone, pero en sabia dosificación dejó el escenario a Jaime Asúa y Antonio Garcia de Diego con el "Rock del Tren de las 6 de la mañana" y "Tan joven y Tan viejo", para volver a aparecer después en la apoteósica recta final.
La colosal despedida puso al público con las emociones a flor de piel con "Noches de boda", "Y nos dieron las 10", y, el bis de "Contigo" y "Pastillas para no soñar", que pusieron el colofón de una cautivadora noche tan cinco estrellas. Que siga siendo un superviente, sí, ¡madita sea! Nunca nos cansaremos de celebrarlo.