Sra. Robinson seduce a la Sala Revólver con "Nada mejor"
Con unas ganas locas de verlos por primera vez en su versión más completa y eléctrica, este viernes avivamos el paso camino de la Sala Revólver para encontrarnos con Sra. Robinson; una de las bandas que con más talento ha cultivado durante los últimos años ese rock americano, salvaje y fronterizo, que, arraigando en nuestro país desde hace décadas, ha venido ofreciendo una amplia nómina de grupos que han sabido cantarlo con voz propia, darle motivos, aportarle sonoridades y, en definitiva, hacerlo suyo hasta conseguir que todos lo sintamos como nuestro.
Así, a eso de las 23:50h y ante una sala que registraría para la ocasión una magnífica entrada, Sra. Robinson, con Raúl Escribano y Julián Balibrea a la cabeza, arrancarían su concierto pisando a fondo el acelerador con Algo que me siente bien y Quiero verte bailar. En rigor, dos golpes rotundos, directos y certeros de rock and roll destinados a poner en movimiento las caderas del respetable al son de “Nada mejor”; tercer y más reciente LP de Sra. Robinson editado en mayo del pasado 2017 y a cuya presentación se entregaría con verdadera pasión la banda a lo largo del recital.
A continuación, pausando el frenético ritmo del inicio, parecerían darse la mano sobre el escenario el blues, el country y el rock para tejer con mimo y ofrecer con estilo tres baladas -Hablando solo, Nadie se acordará de mí y La chica de la cafetería- con las que el concierto se encaminaría hacia un ecuador en el que volvería a rugir el rock and roll gracias al tema Nada mejor. Entonces, ya en la segunda mitad del recital, Sra. Robinson comenzarían a alternar piezas de su último disco con otras como Un pedazo de mi corazón o No quiero besarte, extraídas de “A medio camino”.
De este modo, brindando una recta final en la que el rock más desaforado sería nuevamente el gran protagonista, la banda culminaría por todo lo alto su concierto con El mejor momento antes, eso sí, de despedirse definitivamente ya en el bis con Nada en la nevera de un público murciano que acabaría completamente entregado al rock callejero y elegante, canalla y encantador, de esa mujer madura y seductora que es Sra. Robinson.