Gran expectación, la que levantó este sábado en La Yesería Bar el regreso a los escenarios de la banda murciana Clara Plath tras un año y medio de silencio debido a la paternidad que, poco después de su participación en el XXII Festival Lemon Pop, estrenaron juntos y comparten desde entonces sus dos miembros fundadores: Roberto López y la propia Clara.
Así, de nuevo ante los focos de la música en vivo gracias a la iniciativa del Festival Microsonidos, Clara Plath formando como dúo haría acto de presencia en el popular local de la calle Santa Quitería a eso de las 22:30h justo antes de ocupar sus posiciones a los costados de una amplia pantalla sobre la que se proyectarían diversas instantáneas a lo largo de la velada.
De este modo, proponiendo un concepto de espectáculo mucho más íntimo y sosegado que en la anterior etapa del grupo, Clara Plath articularía alrededor de las imágenes congeladas elementos tales como los teclados, las programaciones, las guitarras y, cómo no, la profunda voz de la cantante para tejer una atmósfera visual y sonora óptima al abrigo de la cual se irían presentando un buen puñado de los temas que formarán parte de su nuevo disco; cuarto trabajo de la banda que, bajo el título de “Oscura”, verá la luz -o, mejor dicho, la oscuridad- en los próximos meses.
En consecuencia, con el público envuelto por la densa espiral creada desde la escena, la banda desarrollaría un repertorio en el que las nuevas canciones compuestas ya en español de “Oscura” se alternarían con una selección de piezas extraídas de sus tres primeros álbumes y que serían reinterpretadas en clave acústica, aunque con múltiples arreglos electrónicos. Así, poniendo el énfasis en la presentación de temas como La sombra, Hotel Honduras o Autopsia, que sonaron por primera vez en directo deliciosamente siniestros, sugerentes e incisivos, Clara Plath no se olvidaría de rescatar aquellos antiguos hitos que, como Over me, I´m special o Second floor, mejor podrían adaptarse a su actual propuesta.
Finalmente, tras casi una hora de recital que culminaría con la versión de Truly, de los estadounidenses Cigarrettes after sex, la banda daría por terminado su esperado retorno a los escenarios entre los aplausos de un público que, siguiendo prácticamente a oscuras buena parte del concierto, acabaría convencido de que es precisamente así -en la oscuridad- como mejor se puede apreciar el brillo de las virtudes que atesora Clara Plath.