Dolorosa derrota del UCAM ante Gran Canaria
Foto: Pedro Aroca
Partido de vital importancia, el que se presentaba en una fría noche de diciembre para terminar el año en el Palacio de los Deportes de Murcia. El UCAM, después de la derrota tres días antes en Manresa contra el colista, en el que fue su peor partido del año, necesitaba recuperar las buenas sensaciones del mejor inicio de temporada de su historia para ganar y seguir en la lucha por meterse en la disputa de la Copa del Rey. Sin embargo, el conjunto universitario, en un encuentro extraño, lleno de vicisitudes y de situaciones que pocas veces le habían sobrevenido este año, terminó siendo vencido después de una prórroga llena de polémica.
El partido, que empezó dubitativo por ambas partes con el fallo de sendos triples por cada uno de los conjuntos, vio como Antelo inauguraba el marcador con una canasta inicial que parecía presagiar un guión similar al de otros encuentros. En estos primeros compases transcurrió el partido igualado, con unas buenas actuaciones de Cabezas y de Kelati, que anotaba 5 puntos. Así, se llegó al final del primer cuarto con un 17-15 en el marcador.
El segundo cuarto empezaba bien con triple de Wood, pero se hacía patente la misma flojedad en el rebote –sobre todo defensivo- arrastrada desde Manresa, porque a esas alturas el Herbalife casi doblaba al UCAM. La gran envergadura de Tavares y la capacidad reboteadora de Báez imponían bastante en la zona murciana. Sin embargo, el equipo sí que fue recuperando una mejor dinámica de juego respecto al anterior partido, y el encuentro continuó sin ningún parcial abultado por parte de ninguno de los dos. Hecho destacado por su especial incidencia en el choque fue la pronta señalización de la tercera falta para Antelo, motivo por el cual debió ir al banquillo. Al descanso se llegaba con un 34-37 en el marcador y con el UCAM 20 a 12 abajo en rebotes. El Herbalife Gran Canaria demostraba ser un equipo serio, duro y bien dirigido por la mano de Aíto, y con dos buenos bases, Oliver y Bellas, que, como los del UCAM, se alternan bastante entre ellos, y los cuales practican un buen basket-control para hacer igualados los partidos
El UCAM salió con gran vigor en el tercer cuarto con un Alley oop de Neto a Lima, pero pronto las cosas empezaron a torcerse con la tempranera cuarta falta de Antelo y, seguidamente, con una jugada en la que Lima no soló hizo su cuarta falta, sino que también fue eliminado del encuentro por protestar airadamente al árbitro. A partir de ahí el partido se tornó bronco, para interés del Herbalife, y el UCAM perdió la concentración durante una fase en la que salirse así del encuentro le costó que el Gran Canaria se pusiera en un +9. Después de un tiempo muerto de Ocampo, el UCAM consiguió con buen tino y lucha ir reduciendo esa diferencia, sin embargo, a esas alturas ya iban 14 a 28 en rebotes. No obstante, con unos buenos Wood y Neto, y un gran sacrificio en defensa, se llegó con 52-54 al final del tercer cuarto.
El último cuarto empezó con un gran Rojas, el cual con su actitud contagió al equipo, y tras unos triples de él y de Kelati, el UCAM volvía a ponerse por delante después de mucho tiempo (64-61). Antelo retornó a la cancha, pero cayó eliminado injustamente por una falta que en realidad le hicieron a él. En esos momentos las decisiones arbitrales ya estaban más que cuestionadas en el palacio. En el tramo final del partido Ocampo se la jugó en varias fases con 4 “bajos” y solo con Radovic o Arteaga de cincos. En los momentos decisivos, como en otros partidos, apareció un gran Radovic, y el tiempo reglamentario, con una igualdad y tensión máximas, terminó con un 71-71 en el marcador que mandaba a los dos conjuntos a la prórroga.
En el tiempo extra estuvo bien Wood al principio con un gran triple que, sin embargo, fue contestado enseguida por el lado visitante. A partir de entonces, una serie de decisiones inexplicables, como pitar unos inexistentes pasos de Wood cuando colaba otro triple o la quinta personal de Rojas, terminaron por sacar al UCAM del partido, y llevaron al público a despedir con una sonora pitada a un más que errático terceto arbitral.
Al final quedó un marcador de 85-89 y un balance de 7-7 en victorias y derrotas que dejan al UCAM en el décimo puesto de la tabla. Sin duda, como lectura positiva podemos sacar que no se le puede reprochar la lucha al equipo y que aún se tienen opciones de entrar en la Copa del Rey, aunque para lograrlo ya no quepa ningún fallo. Ahora no queda más que esperar la evolución de los acontecimientos en un 2015 que se presenta apasionante en el Palacio de los Deportes de Murcia.