El UCAM CF acaricia la permanencia en Segunda División
Paso de gigante hacia la salvación, el que ha dado el UCAM CF en La Condomina esta tarde al derrotar al CD Tenerife por 1-0. Los murcianos, que venían de protagonizar la sorpresa de la jornada anterior al imponerse a domicilio al Girona -segundo clasificado- por 1-2, han vuelto a realizar una nueva hombrada, esta vez en casa, para vencer al tercer clasificado.
Así, con buen ambiente en las gradas de La Condomina, a pesar de la amenaza de lluvia que se cernía sobre la capital del Segura, murcianos y tinerfeños protagonizarían un disputado encuentro que estaría marcado por la igualdad, pero en el que los locales acabarían haciendo valer, por un lado, el factor campo, y, por otro, el carácter más urgente de sus necesidades.
De este modo, tras avisar ya en el minuto 10 por mediación de Jona, el UCAM lograría adelantarse en el marcador al culminar Tito un córner de certero disparo con la diestra. Tras el 1-0 y el consiguiente rugido de alegría en La Condomina, los locales, lejos de echarse atrás, seguirían inquietando la portería del poderoso Tenerife con remates de Nono, Góngora y Pere Milla.
No obstante, acabando el primer periodo los visitantes estarían cerca de lograr la igualada por mediación de Suso Santana cuando éste remató desde inmejorable posición un centro de Aarón Ñíguez que acabaría muriendo en las manos de Biel Ribas, cancerbero del UCAM que volvía en el día de hoy a la titularidad tras cumplir la sanción por el guantazo –y no puñetazo- que le propinó a Quintanilla, jugador del Mirandés, jornadas atrás.
Ya en la segunda parte, el UCAM tendría una clarísima ocasión para hacer subir su segundo gol al electrónico, pero el remate de Nono sería sacado bajo palos por un defensor tinerfeño. A partir de entonces, el partido transitaría por tierra de nadie propiciando el aburrimiento generalizado del respetable hasta que el árbitro y el infortunio acudieran a ponerle emoción a quince minutos del final gracias a la expulsión de Morillas y la lesión de Biel Ribas, que debió ser sustituido por Fernando.
Sin embargo, aunque el Tenerife trataría de hacer valer su superioridad numérica, lo cierto es que los murcianos no solo aguantarían bien el acoso canario, sino que en arranques de garra que fueron generosamente jaleados por el público local, a punto estuvieron de ampliar un marcador que ya no se movería.
A la postre, con 44 puntos en su casillero y quedándose a tan solo 6 de la psicológica cifra de los 50 que marca -teóricamente-- la salvación, el UCAM CF puede empezar a acariciar con los dedos una permanencia que parecía una quimera poco antes de la llegada de Francisco, el técnico que lo ha cambiado todo.