El calor del rock
En una de esas noches de frío en los huesos y andares buscando abrigo, hay pocas cosas que den calor. Muy pocas. Una de ellas es la música. Para ser más concreto: la música en directo.
Entrar en una sala de conciertos y que ésta se encuentre repleta de público, es una de las cosas que quitan el frío del cuerpo.
Eso me sucedió el pasado viernes. Cuando mi helor desembocó en la Sala Spectrum de Murcia, comencé a experimentar un cambio, para bien, en mi temperatura corporal.
La cita musical la abrieron The Golden Lips. Cuarteto ambicioso, con unas composiciones que suenan a punk, grunge y algo de hardcore. Potencia afinada y muy bien creada.
Tras ellos, Elure salieron al escenario. La banda cartagenera es tan joven como experimentada y eso se nota de modo positivo. "Living in flames", "Diamond person", suenan de manera atronadora. Elure ha ido mejorando con el paso de los años y de los ensayos. Sus ganas y compromiso también han ido creciendo. Por eso se han ganado ser el grupo que represente a nuestra Región en la próxima edición del festival Mad Cool. Todo un premio más que merecido.
Unos minutos después de que el reloj marcara la medianoche, los inimitables Eclypsse subieron a las tablas de la Spectrum. Con su vocalista Joaquín Andreu en estado de gracia, el quinteto aprovechó para presentar en directo su nuevo trabajo Radio Revolución, que, avalado por crítica y público, engancha cada vez a más fieles. La batería de José Luis García sonó como nunca; mientras que su otra mitad en la base, el bajista Paco Cano, le complementó de manera natural y efectiva.
Cada canción suena a clásico, a gran canción. “En el punto de partida”, “Nuevo orden”, “América”. Crecen también gracias a Rafa Codina y Francisco Reina, que se encuentran tras las guitarras. Toda una lección de clase y categoría en las seis cuerdas. Acaba su show alrededor de la hora programada y es entonces cuando saludan, firman discos y se dejan fotografiar. Ese modo de cuidar a los asistentes sólo lo tienen los grandes y ellos lo son.
Miro alrededor y comprendo que es buen momento para irme, para salir a la calle, para regresar a casa paseando mientras mantengo en la memoria la noche vivida. ¿Lo mejor para quitar el frío? El calor del rock.