Ariel Rot

Entrevista a Carlos Vudú

Jue, 18/12/2014 - 08:28 -- Javier Brooklin...

Dentro de pocas semanas, uno de los nombres propios con más proyección nacional de la música murciana, Carlos Vudú, pasará por el estudio de grabación para fijar los temas de su segundo álbum con el Clan Jukebox. Para acercarnos un poco más a la persona y dar a conocer su trayectoria musical justo antes de este importante momento de su carrera, desde murciocio.es nos ha parecido muy oportuno la realización de una entrevista a este músico que ha sabido labrarse sin trampas ni atajos un brillante camino que, con un poquito de suerte, ha de llevarle muy lejos.

 

Carlos Vudú, músico de nacimiento, vocación pura… Cantaba Quique González: “soy músico de la cuna a la tumba” ¿Te sientes identificado con una definición así?

Es una muy buena definición del músico. Cualquiera que viva con pasión la música y se dedique en cuerpo y alma a ella -independientemente de que pueda vivir de ella o no- se sentirá identificado con esa definición.

Sin embargo, a pesar de poseer una vocación, para poder desarrollarla, primero es necesario descubrirla, ¿en tu caso cómo descubres tu vocación musical?

En mi casa había vinilos de The Beatles, The Creedence Clearwater Revival… Fue suficiente caldo de cultivo para que me entrase el gusanillo de la música. Empecé a tocar con 6 años la bandurria -un instrumento muy rockero- porque la guitarra me parecía un instrumento gigante. Más tarde le metí mano por fin a la guitarra y hasta ahora.

…Primero la bandurria: un instrumento muy murciano y muy huertano. Luego eliges la guitarra, ¿qué es lo que más te llamaba la atención de este instrumento?

Pues sencillamente, era el instrumento molón que veías que llevaba John Lennon y John Fogerty y, evidentemente, yo quería ser como ellos. Mi padre tenía una guitarra española en casa, así que, cuando decidí aprender lo tuve más o menos accesible.

Conforme vas cumpliendo años, no sólo vas tocando, sino que también vas escuchando música. ¿Cuál fue la música que marcó más tu infancia?

La banda sonora de mi casa eran Beatles, Creedence, pero también sonaba mucho Sabina y grupos pop-rock de los ochenta en plan Los Secretos y demás. Más tarde en la época de la adolescencia pues vino el descubrimiento de todas las bandas de rock clásico y rock duro: Hendrix, Zeppelin

Durante la adolescencia, ya en el Instituto Saavedra Fajardo de Murcia, comienzas a montar tus primeros grupos. ¿Qué recuerdos y experiencias guardas de esa época?

Pues la verdad es que la recuerdo con mucho cariño. Puede parecer una tontería pero yo vivía en Puente Tocinos (una pedanía de Murcia) y el ambiente que había allí en la época de principios de los 90 estaba muy influenciada por toda la movida de la ruta del bakalao, música dance y todo eso. Al llegar a Murcia conocí a muchos amigos que tenían unos gustos afines a los míos, que me hicieron conocer y compartir mucha música… Me salvaron la vida (por lo menos en el aspecto musical). Je, je, je.

Llegas a Murcia y te das cuenta de que no estas solo…

Sí, de que no soy un bicho raro. También me ayudaba mucho la gente con la que estaba en la orquesta donde tocaba la bandurria, ahí conocí, por ejemplo, a Pedro Teruel o al lutier José Antonio Piornos. Somos amigos desde los 13 años.

Cuando llegas a Murcia, más allá de esas primeras amistades ¿Qué ambiente musical te encuentras en la ciudad?

Pude ver los primeros pasos de M-Clan y de Los Marañones Había también mucha movida de rock alternativo de influencia británica y la verdad es que no había tantas salas para tocar como ahora. Pero la peña se metía en cualquier bar y montaba un concierto.

Es verdad, de esa primera etapa tuya, te recuerdo tocando con Arlequín en el bar Torreta 5…

Si, en esa época tocabas donde fuera, te dejaban un sitio y tocabas. No te pagaban un pavo, pero te ponían las copas y tan contentos. Lo único que querías era que tus colegas te viesen tocar y hacer el indio.

Claro, eso a esas edades eso es algo muy natural. En tus primeros grupos, solías dedicarte más a tu faceta como guitarrista. Pero, ¿también componías?

Sí, desde los primeros grupos siempre intentaba componer, pero me centraba mucho más en el aspecto musical, entonces pensaba que las letras eran algo más de los cantantes.

Como guitarrista, más centrado en la música, ¿qué sonidos tratabas de imprimirle a esos primeros grupos?

Pues lo que escuchaba por aquel entonces. Sonidos parecidos a los de las bandas de rock duro americanas

A mí, que era fan de Los Rodríguez, me recordabas a Ariel Rot porque me parecías un guitarrista muy fino…

Ja, ja, ja. Muchas gracias pero aún me hace falta tomar mucho Cola-Cao para llegar al nivel de Ariel, él es un capo de la guitarra.

Como has dicho, desde tus inicios ya componías canciones. Pero, con el paso del tiempo, ¿cómo fueron evolucionando estas composiciones?

Digamos que antes siempre componía pensando que la canción la iba a cantar otra persona. Siempre había estado junto a grandes cantantes y cuando creaba las líneas melódicas de la voz sacaba líneas muy anglosajonas y espectaculares. Pero eso comenzó a cambiar en el momento que empecé a componer pensando que el que iba a cantar sería yo, porque pasé a crear melodías que se ajustaban mejor a la letra en castellano y donde dejaba mucho más espacio para cambiar melodías y que se adaptasen a las palabras.

Como componías desde siempre, parece razonable que acabaras cantando tus propias canciones. Pero, ¿en qué momento y por qué tomas la determinación de ponerte al frente de una banda?

Fue en la época que estaba en Tijuana Rock. Francis Sarabia dejó la banda para formar un nuevo grupo con Santiago Campillo y yo no tenía ganas de empezar a probar a otros cantantes porque no pensaba que fuésemos a encontrar nadie mejor que él. Por otro lado, yo me había metido en el mundo Dylan, Springsteen, mucho en Quique González, Calamaro, Fito… donde se enfoca la canción de un modo mucho más íntimo y personal. Así que empecé a componer pensando en contar cosas más personales e íntimas

Aunque ya tenías una larga trayectoria como músico curtido en directos, ¿tuviste que pasar por un periodo de adaptación a la hora de encontrarte a ti mismo como cantante sobre el escenario?

Efectivamente llevó su proceso. Una vez que tuve unas pocas canciones y una idea clara de que quería lanzarme a la piscina e interpretarlas yo, busqué baretos o pequeños concursos para empezar a probarme. No sabía si al tercer bolo iba a decir: "suficiente, esto no es lo mío"… Pero bueno, poco a poco fui pillando tablas. Lo que sí tenía claro era que la mejor manera de hacerlo, era de la manera más dura, es decir, tú y tu guitarra frente al público. Si podía superar eso solo, con una banda iba a ser mucho más sencillo.

Y Así fue, lo conseguiste. Con esfuerzo y con mucha honestidad. Con esa Honestidad Brutal que caracteriza a los músicos de verdad, y a la que le cantaba el mencionado Andrés Calamaro.

Sí bueno... creo que si cuentas algo, cuando eres sincero, la gente lo capta y le da a la canción más valor. Yo prefiero que una canción hable de la siesta, como hace Lichis con La Cabra Mecánica, que a priori puede ser un tema nada recurrente, a estar escuchando a Maná soltar canciones romanticonas y facilotas mientras lloriquean todo el rato: NO ME LO TRAGO.

Con Tijuana Rock los conciertos se fueron haciendo más grandes y llegaron las posibilidades de telonear a cantantes y grupos ya consagrados. En esta labor como teloneros, ¿quienes han sido los artistas que más te han sorprendido en las distancias cortas?

Realmente la gente con la que hemos estado es gente muy maja: Miguel Ríos, Rosendo, que son instituciones, son los tíos más humildes y agradables del mundo. Salvo alguna excepción, todo el mundo nos ha tratado de lujo porque se acuerdan de cómo empezaron y del valor que tienen esas cosas para el telonero.

Claro, es que todo el mundo ha teloneado en sus inicios y la experiencia es enriquecedora…

Sí, puedes hablar con peña a la que admiras pero no desde el punto de vista de fan, sino de músico a músico. Al final te das cuenta de que el artista al que teloneas es un tipo igual que tú, que le apasiona lo mismo que a ti, y que simplemente está unos peldaños por encima de ti. He estado con Leiva, con Rubén Pozo, con M-Clan, Revolver y con lo que siempre me quedo es con las conversaciones del tipo: "Vaya disco es el Wildflowers"; "yo soy muy fan de Charlie Watts"; "esta SG me saca un timbre que es la hostia"… y mil de esas más.

Retomando tu carrera. En 2008 formas el Clan Jukebox con cuatro músicos excelentes, ¿cómo los conoces? ¿quiénes son?

Como dije, a Pedro lo conozco de toda la vida, así que no me costó mucho engañarlo. Sergio era bajista de Paralelo 69, una banda muy hermanada con Tijuana Rock, y tenía muy claro que quería que él fuese el bajista. Así que también lo engañé con facilidad. En la batería al principio estuvo Jesús González, gran batería canario, pero por motivos personales tuvo que dejar Murcia y se hizo muy complicado seguir contando con él. Así que llamé a Juan Gomariz, que era el batería de Tijuana Rock, y hasta hoy. El último en entrar fue Lucas Albaladejo. El día que lo conocí vino a meter unos órganos a mi primera maqueta y pensé: "este tío tiene que tocar conmigo sí o sí"… y lo conseguí. Por eso, ahora que lo pienso, o yo soy un seductor nato o los pobres son unos inconscientes.

Y es así como Carlos Vudú y el Clan Jukebox comenzó su singladura, imaginamos, que sobre la base de algunas canciones que ya tendrías compuestas.

Sí, claro, ya tenía unos cuantos temas que había estado tocando antes de formar la banda, simplemente le dimos el formato banda “eléctrico”

En las canciones del Clan Jukebox entendemos que se da una doble faceta, por un lado la composición tuya como solista, pero también la aportación del Clan como banda al resultado final de las canciones.

La mayoría de las veces yo compongo la canción y luego con el grupo le damos el arreglo de "chapa y pintura”. Otras veces la música sale a partir de una Jam Session con la banda y yo intento componer la letra y la melodía final en base a esa música improvisada.

Conforme vas componiendo canciones y tocándolas, va surgiendo la idea de grabarlas en formato CD. Y llega la oportunidad de contar para ello con José Nortes, productor de prestigio nacional que ha trabajado con Quique González, Ariel Rot, Miguel Ríos, o Coque Maya entre otros. ¿Cómo se gesta la grabación del primer LP de Carlos Vudú y el Clan Jukebox, Cartas Marcadas?

Sí, pues de una manera bastante natural. Yo ya tenía un buen número de canciones, se las pasamos a José, las escuchó, nos dijo que quería trabajar con nosotros, y nos fuimos a los estudios La Cabaña de Madrid a grabar nuestro primer disco bajo su supervisión y producción

Y fue una apuesta fuerte, porque fue un disco absolutamente financiado por vosotros

Así es, por todos, y de lo que sacábamos concierto a concierto.

Y el disco resultó un éxito rotundo. La crítica de manera unánime destacó la madurez y la calidad del trabajo. A título personal, ¿cómo describirías el resultado final?

Es un disco muy directo, creo que capta la energía que la banda mostraba en directo en ese momento. Se grabó tocando todos juntos y creo que se nota mucho esa onda de directo

Como hemos dicho, vuestro primer disco es un éxito de crítica, pero, ¿qué se encuentra un músico que realiza un gran trabajo y ya lo tiene terminado? En el terreno de la difusión, ¿los medios de comunicación colaboran, o te encuentras un mundo hostil en el que las canciones que van a sonar ya están prefijadas?

Hostil no, digamos que hay millones de artistas y, si escuchas lo que se pone en Los 40 Principales, pues no puedes esperar que vayamos a salir ahí nosotros. Sin un gran apoyo detrás, tienes que jugar en tu liga e intentar ascender poco a poco a base de pequeños pasos. Por ejemplo, nos han tratado muy bien y con muy buenas críticas en pequeños blogs y radios especializadas en rock. Quizá eso vale más. Quizá sea mejor llegar a 10 personas a las que les puedes gustar y van a ir a verte y a comprar tu disco, que llegar a 10.000, pero que van a pasar de tu cara

Y vosotros, a pesar de no sonar en las grandes emisoras, a base de esfuerzo y de buenas canciones, sí conseguisteis traspasar las fronteras regionales y girar por toda España. ¿Cómo fueron esos conciertos por todo el territorio nacional?

Pues hay de todo, noches geniales y noches tocando para cuatro personas. Paradójicamente, tenemos la virtud de hacer unos auténticos conciertazos apenas que haya una palmada. Imagino que será por el hecho de decir: “sólo queda pasarlo bien y disfrutarlo.

Este año habéis lanzado un EP con tres canciones titulado Tratados de Soledad. ¿Qué podemos encontrar en este mini álbum?

Pues un pequeño aperitivo de lo que será el nuevo disco, con el sonido y la onda que tienen los nuevos temas.

¿Qué evolución te parece que ha seguido tu música desde Cartas Marcadas hasta lo que será este próximo LP?

Digamos que ahora todo va un poco más despacio. Cartas Marcadas, como dije, es un disco muy directo, queríamos que sonase rockero y muy enérgico. Ahora queremos coger también otro tipo de ambientes, como reducir un poco la velocidad del viaje para disfrutar más del paisaje

Para la producción de este nuevo disco, ¿tenéis la idea de volver a trabajar con José Nortes?

Sí, nos entendemos muy bien con él, nos aporta mucha confianza y comprende perfectamente el camino por el que queremos ir.

Y para recorrer ese camino, que yo creo que os debe llevar a escribir una página nueva y dorada en nuestro cancionero, decidís abrir una propuesta de colaboración para que el público, de manera directa, pueda participar en la elaboración de vuestro próximo álbum a través del crowdfunding. ¿En qué consiste esta idea del crowdfunding, o micro-mecenazgo?

Bueno, pues es una iniciativa que sirve para que la persona no sea simplemente un oyente, sino que sepa que ha puesto un dinero y que gracias a ese dinero ha financiado el proyecto de una banda, en este caso. Hay que descartar de primeras la idea de que el crowdfunding no es una beneficencia ni estás pidiendo limosna. La gente paga por una recompensa, es decir, estás pagando por un CD, un Vinilo, una entrada de concierto… etc. por anticipado, a un precio, en la mayoría de las veces, mucho más rebajado de lo que vas a encontrar luego en la tienda. Además, ese dinero sabes que va a ir destinado directamente al grupo sin intermediarios. Digamos que queríamos hacer que la gente se sintiera mucho más participe que simplemente comprando un CD en la tienda. Apoyando el crowdfunding, te conviertes en un componente más del grupo.

La próxima cita en la que podremos verte será el próximo martes, día 23 de diciembre en el Christmas Rock que se celebra en la plaza de La Merced de Murcia...

Es una propuesta que se lleva haciendo varios años. Hay una banda base e invitan a varios artistas de la Región de Murcia. Cada uno de ellos canta dos villancicos o Christmas. Todos los años se monta y hay muy buen ambiente.

Entonces hasta el próximo día 24 de abril en el Teatro Circo no podremos verte en Murcia con el Clan Jukebox tocando las canciones de vuestro nuevo disco…

Sí, así es.

Bueno Carlos, pues por nuestra parte es todo. Quiero darte las gracias en nombre de murciocio.es por habernos concedido esta entrevista, y también quiero desearte toda la suerte del mundo en tu andanza porque el Clan Jukebox, tú y tu música sin duda os lo merecéis.

Gracias man. ¡Un abrazo!

Ariel Rot y Alejo Stivel agrandan la leyenda de Tequila

Crear: 07/02/2017 - 00:37

Ambiente de las grandes ocasiones, el que se vivió este viernes en Murcia para dar la bienvenida a Tequila; banda fundamental en la historia del rock hispano-argentino que en tan solo seis años de singladura –desde 1976 a 1982- tuvo tiempo para romper los moldes de la canción popular en nuestro país, mostrar una nueva forma de hacer rock and roll en español y dejar para la posteridad una colección de éxitos inolvidables que, desde entonces, no han parado de sonar hasta nuestros días.

Así, conscientes de la importancia de la cita, serían miles los que se acercarían al Auditorio Parque Fofó a disfrutar de los temas de Tequila de la mano de una poderosa banda de rock que, reunida por los dos miembros esenciales de la formación original: los argentinos Ariel Rot y Alejo Stivel, ha insuflado nueva vida a un repertorio clave de nuestra música mediante una mini gira de cuatro conciertos que, aunque estaba previsto que concluyera en Murcia, aún podría ampliarse con nuevas fechas de cara al verano que acaba de comenzar.

De este modo, a eso de las 22:15h y con una multitud llenando la pista central del coqueto recinto, Tequila saltaría al escenario pisando a fondo el acelerador al enlazar tres temas como Rock and roll en la plaza del pueblo, Mira a esa chica y Matrícula de honor que, tocados sin pausa, pusieron a bailar a todos los presentes y brindaron un inicio de recital verdaderamente arrollador. Entonces, con el público ya caliente, llegaría el momento de bajar el tempo para visitar a la homicida y divertida familia de Mister Jones antes de cruzar a ritmo de reggae el Atlántico a bordo de El barco.

Enriqueciendo las sencillas melodías originales mediante una instrumentación mucho más variada y “musculada” en la que destacarían los nuevos y rotundos solos de guitarra de Rot, el sonido de la banda se mostraría plenamente actual, poderoso y, en conjunto, ideal para dar cabida a temas de diferentes épocas y autores junto al repertorio de Tequila. En este sentido, alternándose con canciones tan emblemáticas como Quiero besarte, El ahorcado o Nena, serían interpretadas otras como la reciente Yo era un animal, que dará título al nuevo disco de Stivel; la mítica Sábado a la noche, que editó Moris en 1978; o la arrebatadora Mucho mejor, que firmó Ariel en 1995 con Los Rodríguez.

De esta manera, realizando “escapadas” que, sin embargo, no harían perder al recital su genuino sabor a Tequila, la banda se adentraría en la recta final de la velada lanzando al tapete del concierto un trío de ases marca de la casa que pondrían boca abajo el Auditorio: Que el tiempo no te cambie, Dime que me quieres y Me vuelvo loco. Ya en el bis con el que sería sobrevolada la medianoche, la formación volvería a mostrar su versatilidad al interpretar, a caballo entre el jazz y el blues, el tema Rock and roll en la plaza del pueblo antes de desatarse nuevamente, y por última vez, con Necesito un trago y Salta.

Así, tras dos horas de soberbio recital en el que las muestras de complicidad con el público fueron constantes, las tres generaciones reunidas en torno a Tequila despedirían a la banda dedicándole una sonora ovación que, prolongándose varios minutos, serviría no solo para agradecerles la gran cantidad de emociones transmitidas, sino también para reconocer a Rot y a Stivel su vasta contribución a una música española que jamás habría sido la misma sin ellos. Y por eso, por haber enseñado a pasárselo bien a un país que llevaba demasiado tiempo pasándolo mal, esta crónica solo podría finalizar entonando un sentido y sincero ¡Viva Tequila!

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