Glasgow

La Música celebra su fiesta a orillas del Segura

Mié, 22/06/2016 - 16:31 -- Miguel Casas

En el día de ayer, con la intención de festejar como se merecía el Día Internacional de la Música, decidimos dejar la televisión, el salón y el sofá encerrados en casa y encaminar nuestros pasos, siempre libres e inquietos, hacia los Molinos del río Segura, donde a eso de las 20:30h estaba programada para la ocasión una triple cita musical con Glasgow, Río Viré y Temas incómodos.

Así, a la hora señalada y saludando alegres al sol poniente que aún barría inmisericorde la terraza de Los Molinos, como si nos halláramos paseando sobre la cubierta de un imponente navío de piedra, nos dispusimos a soltar amarras para dejar que la música obrara el prodigio de hacernos sentir capaces de surcar el Segura en una singladura tan irresistible como imposible.

De esta forma, llegando en grupos, apoyándose sobre la barandilla del privilegiado mirador o tratando de refugiarse bajo alguna de las sombras que ofrecía el recinto, el numeroso público concentrado comenzaría a olvidarse del sol cuando los jovencísimos Glasgow -flamantes finalistas del CreaMurcia pop-rock 2016- tomaron el escenario para ejecutar una larga introducción instrumental en la que brillaron los sonidos áridos y evocadores de sus guitarras agudas como cuchillos, la presencia rotunda de la batería y, en conjunto, unas armonías que oscilaron entre el rock experimental de larga tradición y el indie rock más actual.

Lanzada la tarjeta de presentación, captada la atención y centradas las miradas sobre la cuidada estética punk de su cantante, Rivera, Glasgow desarrollaría su actuación derrochando actitud y brindando canciones en las que el rock rápido, y hasta furioso, se combinaría con melodías más acompasadas en las que las guitarras cederían protagonismo ante las incursiones del teclado. Ya en la segunda mitad del breve recital pudieron escucharse temas como Divine tropical o Waif, primer sencillo de la banda, gracias a los cuales Glasgow ha logrado colarse por méritos propios en la finalísima del mencionado CreaMurcia.

Completada la puesta de sol que había inflamado, al fondo, las fachadas del antiguo Hotel Reina Victoria y gozando de la agradable brisa que, a la sombra, ya se dejaba sentir a orillas del río, a eso de las 21:20h se presentó Río Viré sobre el escenario de Los Molinos como un afluente natural del Segura para dejar que fluyera su música en sus aguas. Y así, como las aguas, hoy tranquilas del Segura, la música íntima y pausada de Rubén Villahermosa se abrió paso conquistando oídos desde que, solo al piano, hizo sonar su primera canción: la tierna y emocionante Reencuentro.

A continuación, tomando la guitarra, como buen caminante, Río Viré dejaría sentir su respiración y hasta los latidos de su Alma salvaje y errante para acelerar el ritmo llevándonos de viaje por territorios en los que el pop y el rock se fundirían con el country y el folk. De esta manera, avanzando desde las melodías más delicadas y oníricas de Buenas noches, luna o Ayla hasta las más animadas y vitales de El rey de Argentina, el recital de Rubén Villahermosa culminaría mostrándonos a un músico que, a pesar de su exultante juventud, proyecta una madurez digna de toda mención.

Caída la noche sobre la ciudad y observando cómo las luces amarillas del Puente de los Peligros se reflejaban sobre las ondas del río dibujando brillantes trazos dorados que se rompían en mil destellos, llegó la hora, a eso de las 22:10h, de que Temas incómodos pusieran la guinda a la velada finalizándola por todo lo alto. Y así, con la intención de cumplir con esas expectativas, la poderosa banda encabezada por el hiperactivo Chema Ros optó por pisar el acelerador a fondo desde el principio haciendo sonar canciones rápidas y contundentes como Museos, Barreras o Teoría de Cuerdas.

De esta manera, llevados en volandas por los magníficos solos de guitarra, la atronadora batería, los siempre acertados arreglos de piano y la magnífica voz de Sandra Martínez, que acompañó a Chema Ros en varias canciones y adquirió su máximo protagonismo con Alicia en ningún lugar, tal y como se esperaba, Temas incómodos lograron culminar, a eso de las 22:45h, la velada poniendo con su pop-rock enérgico un punto y final a la altura de la deliciosa velada que se vivió en Murcia para celebrar el Día Internacional de la Música.

Galería de fotos

Estúpido Flanders, Fizzy Soup, Glasgow y Kessels echan el cierre al IV Big Up!

Lun, 10/10/2016 - 13:45 -- Miguel Casas

Concluidas las actuaciones del Big Up! en su Ruta Oro poco antes de las 15:00h, este recorrido musical áureo por las calles de Murcia se reanudaría a las 18:15h en la Plaza de la Universidad, a cuyos pies se improvisó una humilde escenografía que contó con la fachada principal de este monumental edificio como telón de fondo para acoger las actuaciones de Estúpido Flanders y Fizzy Soup.

Así, con todo preparado y bastante más público que en los conciertos de la mañana, Estúpido Flanders presentarían temas como Closed o A Miracle, que han quedado registrados en su primer EP de título homónimo, junto con otros como On both sides of love, de composición más reciente. No obstante, a pesar de las buenas maneras de esta joven banda, quizá porque incidieron en demasía en ese folk de tempo lento, tono bajo y marcado acento intimista, quizá porque sintieron en exceso la estricta limitación temporal que impone el Festival, o quizá porque no pudieron contar con la fuerza sonora de las guitarras eléctricas, lo cierto es que ofrecieron una actuación que, si no llegó a zozobrar, sí que acabó percibiéndose como frágil y sostenida casi en exclusiva por las interpretaciones plenas de garra y desgarro de Carmen Alarcón.

A continuación, los conquenses Fizzy Soup, desplegando una instrumentación más completa en la que, además, deslizaron hábilmente sonidos pregrabados de guitarra eléctrica, desarrollaron un concierto que se antojó variado en ritmos, rico en matices sonoros y sensiblemente más ágil en su conjunto. De este modo, con Javier Corroto a la guitarra acústica y Sonia García en las percusiones, Fizzy Soup mostraría los rasgos de una personalidad musical eminentemente experimental que habría de mezclar, como si se trataran de los ingredientes de una sopa, géneros como el folk, el rock, el grounge o el indie a través de una selección de canciones entre las cuales destacó su último sencillo editado, FAR.

Más adelante, terminados los microconciertos de Estúpido Flanders y Fizzy Soup, que atrajeron a numeroso público a la Plaza de la Universidad, nuevamente debimos desplazarnos dando un corto paseo para llegar hasta el patio del Museo de Bellas Artes de Murcia, donde se hallaba el último enclave de la ruta dorada del Big Up! 2016, que daría cobijo a las actuaciones de Glasgow y Kessels.

De este modo, a eso de las 19:45h y con una importante cantidad de personas ya congregadas en el patio del MUBAM, los jovencísimos Glasgow darían comienzo a un breve concierto que estaría marcado por dos circunstancias no estrictamente musicales que, sin embargo, hicieron que la suya fuera una actuación tristemente fallida. La primera, la disposición que eligieron los músicos para tocar ante el público –sentados en el suelo-, lo cual propició que apenas fueran visibles para unos pocos de los asistentes. La segunda, la nefasta configuración de sonido que padeció la banda, que provocó que, a pesar de que estuvieran enchufados, sus instrumentos sonaran enlatados y la voz de su cantante apenas fuera audible.

Más tarde, superadas las 20:15h, llegaríamos al último capítulo de este Big Up! 2016 con la actuación de Kessels, banda cartagenera fundada en 2012 que, tras algunos altibajos, ha vuelto a escena con la edición en este 2016 de un notable trabajo discográfico titulado How to revive a dead. Así, a la hora marcada, sin nada enchufado, pero con las ideas bastante claras, Kessels daría todo un recital en el que la voz de Paco Rodríguez se alzaría poderosa por encima de unos instrumentos que, ahora sí, sonaron limpios y nítidos en todo momento. Así, desarrollando un pop-rock indie de clara influencia británica, la banda ofrecería temas tan rotundos como Talento, Salto de fe, o How to revive a dead, que fueron aplaudidos por un público que pudo disfrutar de un final de fiesta a la altura de las circunstancias.

En cualquier caso, y hubiera bandas que se encontraran mejor que otras durante los escasos veinte minutos que, de media, duraron los conciertos de este Big Up!, lo cierto es que, si hay algo que deberíamos poner en valor, es el hecho de que el Festival sirviera para dar visibilidad y constatar, una vez más, la etapa dulce que sigue viviendo nuestra Región en lo musical gracias, fundamentalmente, a la dedicación, la ilusión y la calidad de bandas como las ocho que participaron en esta IV edición del Big Up! Así que para todos ellos, los que estuvieron y los que son, debería ir nuestro reconocimiento y nuestro más sincero agradecimiento.

Suscribirse a Glasgow