Anoche, en nuestro empeño por dar cuenta de los cantantes y bandas que han conseguido que Murcia esté viviendo una auténtica Edad de Oro musical, decidimos encaminar nuestros pasos hacia el recinto de Los Huertos del Malecón, donde a las diez estaba anunciado el concierto de Susana Re, una cantautora murciana con 20 años en la profesión, 5 trabajos editados y más de 30.000 discos vendidos.
Así, sorteando la marea humana que a esas horas llenaba los accesos, pasillos y bares del popular emplazamiento festivo, logramos llegar puntuales ante el coqueto escenario montado por el Ayuntamiento y sentarnos en unas de las sillas que, dispuestas en generoso número, constituían un más que digno auditorio que, pese a lo estimable de su capacidad, ya a la hora señalada aparecía ampliamente ocupado de público.
De esta forma, con todo presto para comenzar, Susana Re hizo acto de presencia sobre las tablas a eso de las 22:05h para dar, completamente sola, un certero repaso a lo más granado de su dilatada carrera. Y si es cierto que durante la interpretación de sus dos primeras canciones –Loco corazón y Felicidad- la soledad de la cantante pareció quedar demasiado patente por su desnudez instrumental –sólo la voz era en vivo y no blandía su guitarra-, no es menos cierto que ya para el tercer tema –Donde nace el amor-, y ya con su mítica Gibson vibrando colgada al hombro, esa soledad fue difuminándose para dejar ver con nitidez a la artista que cogía segura las riendas de su espectáculo.
Así, fue a partir de Donde nace el amor, un delicado medio tiempo de corte intimista, cuando Susana Re cambió de tercio y empezó a ofrecer, como si fueran ases que se sacara de la manga, una tras otra sus canciones más conocidas. Y de esta manera llegaron las más rockeras Nada se detiene y Mundos diferentes justo antes de dar paso a la hermosa Donde los perros suelen ladran y los gatos ronronear, tema en el que el tempo volvió a bajar para mostrar de nuevo el lado más cálido de la autora.
Entonces, superando el ecuador de la velada, Susana Re deslizó la pegadiza Baila este flamenquito y a continuación volvió a electrificar el tono para ofrecer dos temas rockeros: Siguiendo la carretera, de aire sureño a la usanza de los maestros Campillo y Bañón, y ¿Dónde está la justicia?, rabioso y descarnado alegato contra la violencia machista.
Más adelante, afrontando la recta final del concierto, llegarían El espíritu de la Tierra, y En el Oeste ocurrió, animado tema country con el que Susana Re pondría fin a su recital entre sonoros aplausos. Pocos minutos después, y ya con las magníficas luces que habían adornado la actuación apagadas, fueron numerosas las personas que quisieron saludar y felicitar a la cantante sin dejarla bajar del escenario para dejar bien claro la satisfacción que la velada había dejado en los presentes.
Y nosotros, que entonces recogíamos nuestros aparatos mientras enfilábamos la salida, no pudimos sino despedirnos del lugar esbozando una sonrisa de complicidad pensando en Susana Re; esa mujer de ojos grandes, mirada despierta, sonrisa franca y voz aterciopelada que en la noche de ayer nos volvió a recordar a todos lo que es el auténtico triunfo en la música y en la vida: poder dedicarte de corazón a aquello que amas ofreciendo lo mejor de ti más allá de la fama ocasional y de los éxitos pasajeros.
Fue en septiembre de 2015 cuando, con motivo de la Feria de Murcia, tuvimos ocasión de conocer a Susana Re; una de las cantautoras más aplaudidas y queridas de la escena regional que, ofreciendo un certero repaso a las canciones más destacadas de su carrera musical, hizo vibrar a las más de quinientas personas que aquella noche llenaban el escenario de Los Huertos del Malecón.
Por eso, cuando este viernes vimos el cartel de su actuación programada en el Auditorio de Cabezo de Torres no lo dudamos y nos plantamos en la pedanía murciana con la intención de revivir la magia que nos hizo sentir la música de Susana Re casi tres años atrás. De este modo, pasadas las 21:30h y con un buen número de seguidores poblando las butacas del recinto, la cantante aparecería en escena para dar comienzo a un recital en el que su voz y el sonido de su mítica guitarra Gibson contarían con el apoyo de ciertas melodías pregrabas a modo de base.
Así, mostrándose entre canción y canción tan cercana, simpática, despierta, sensible y comprometida como la recordábamos, Susana Re brindaría un delicioso primer tercio de concierto en el que clásicos de su repertorio como Donde nace el amor, Nada se detiene o Mundos diferentes se alternarían a la perfección con composiciones de nuevo cuño como La felicidad. En suma, un ramillete de animados medios tiempos en los que confluirían géneros como el pop, el rock o el country.
Más adelante, superando el ecuador del concierto al son de Donde los perros ladran y los gatos ronronean, Susana Re interpretaría Demasiado tarde antes de abrir aún más el abanico de ritmos con Baila este flamenquito. Entonces, mientras el público se levantaba de sus butacas para bailar, la compositora ofrecería tres piezas marcadas por el compromiso: ¿Dónde está la justicia? –contra la violencia machista-, El espíritu de la tierra –en favor de una mayor conciencia ecológica-, e Hijos del mundo perdido –sobre el drama de los refugiados que mueren en el Mediterráneo intentando alcanzar Europa-.
En consecuencia, si unimos la temática de esas tres canciones al hecho de que las dos últimas fueron interpretadas desnudas –es decir, sin más ropajes que los de la voz y la guitarra de la compositora-, no sería difícil advertir que fue entonces cuando se vivieron los momentos de mayor pureza, profundidad y emoción de la velada. En rigor, un tramo de recital en el que resplandecerían con mayor nitidez tanto las cualidades vocales, como el talento musical de esa gran cantautora que es Susana Re.
Sin embargo, lejos de concluir, el recital aún nos depararía un último capítulo con Siguiendo la carretera, animado rock de alma sureña con el que Susana Re pondría punto final a su concierto y con el que nosotros nos despediríamos de ella no sin antes desearle -y desearnos- buena suerte para que sea antes, mejor que tarde, cuando nuestros caminos vuelvan a cruzarse en esa carretera de ensueño por la que viajamos de noche subidos en canciones aquellos que no podemos parar de escuchar música ni cejamos en el empeño de hacer realidad nuestras ilusiones.
Este viernes, regresando a las calles para volver a tomar el pulso a esta Murcia que nunca deja de girar y luce ya en pleno diciembre engalanada de Navidad, caída la noche nuestros pasos se adentrarían en el corazón del barrio de Santa Eulalia hasta cruzar el umbral del Café Ítaca; mítico local literario y musical en el que desde hacía semanas, estaba programada la actuación de Susana Re.
Así, a las 21:45h y ante un público fiel que respondería a la llamada de la cantautora llenando con generosidad el recinto, Susana Re arrancaría el recital con su inseparable Gibson colgada al hombro interpretando Nada se detiene; delicioso medio tiempo pop que serviría para que la artista presentara ante los asistentes las credenciales de una carrera –la suya- que ha estado basada en el talento, la perseverancia, el coraje y la fe.
De este modo, escenificando que el movimiento se demuestra caminando, Susana Re se aplicaría en la ejecución de temas como Héroes o Demasiado tarde para completar un primer tercio de espectáculo que transcurriría con agilidad y rapidez. Más adelante, atravesando el ecuador de la velada, la cantautora acompasaría el ritmo de su recital para brindar canciones más marcadas por el compromiso social, como El espíritu de la tierra, Hijos del mundo perdido o ¿Dónde está la justicia?
A continuación, encarando la recta final del concierto, Re recurriría al rock sureño para pisar de nuevo el acelerador con Siguiendo la carretera; rotunda pieza tras la cual sonarían La felicidad y Mundos diferentes para ponerle la guinda, a eso de las 23:00h, a una velada que concluiría entre sonrisas y aplausos, y con el saludo de la cantautora a Ana Jiménez -la abuela de las vías-, que es uno de los rostros más reconocidos de la lucha por ese soterramiento que tanto ansía la ciudad de Murcia.
Atravesando las calles vestidas de luz y Navidad del murciano barrio de Santa Eulalia, este viernes regresamos a la isla literaria y musical de Ítaca para revivir junto a Susana Re la deliciosa velada que nos regaló hace justo un año atrás en el mismo lugar.
Así, ante un auditorio que luciría lleno para la ocasión, Susana Re daría comienzo a su actuación lanzando sobre el tapete de la noche un trío de ases como Donde nace el amor, El espíritu de la tierra y Mundos diferentes para ganarse los aplausos de un público que desde el inicio del concierto se mostraría entregado a la cantautora.
De este modo, haciendo gala de su simpatía y su carisma para tejer el ambiente propicio entre canción y canción, Susana Re se adentraría en el ecuador de su espectáculo demostrando que Nada se detiene al ritmo de dos piezas especiales: la primera, una delicada versión del poema Érase una vez, de José Agustín Goytisolo; y la segunda, una canción de nuevo cuño titulada Johnny que, a ritmo de country y pop, contaría la historia de un audaz forajido del salvaje oeste.
A continuación, aproximándose la singladura nocturna a su puerto final, llegaría el momento de quemar las últimas naves y Susana Re lo haría entonando canciones tan celebradas como Donde los perros ladran y los gatos ronronean, Demasiado tarde o ¿Dónde está la justicia? Tres temas con los que la cantautora batiría triunfante una vez más sus alas de ángel ante la oscura silueta de Ícaro humeante.
La célebre cantautora murciana Susana Re visitará la capital de España este próximo miércoles, 28 de septiembre, para presentar en la sede de la Sociedad General de Autores y Editores El amor como bandera, su último trabajo discográfico, que vio la luz a principios del presente 2022.
Así, a partir de las 19:00h en el incomparable marco de la sala Manuel de Falla del Palacio de Longoria y con entrada libre, la artista brindará un cuidado recital acústico en cuyo repertorio se darán cita no solo sus más recientes creaciones, sino también aquellos éxitos que han jalonado su trayectoria a lo largo de los últimos veinticinco años.
De este modo, a ritmo de folk, pop y rock, Susana Re, acompañada por su mítica guitarra Gibson, dará rienda suelta a su alma sensible y comprometida para tejer un concierto en el que desarrollará temas clave, como la soledad, la injusticia, la guerra, el maltrato, la ecología, la inmigración y, sobre todo, el amor; un amor que la autora considera que, en su concepción más pura y universal, es el más potente motor de cambio social; un motor que para ponerse en marcha solo necesita que nos atrevamos a soñar -a imaginar- que otro mundo es posible. ¿Lo imaginamos?
Ella es una fuerza de la naturaleza, un talento indómito, único y profundamente auténtico. Recientemente, ha cumplido 30 años de carrera y su música es hoy más necesaria que nunca porque está llena de valores, de ideales, de nobles causas que defender y, además, es sinceramente optimista. Por eso, de regreso a la actualidad con su sexto trabajo de estudio bajo el brazo, Vive el presente, hemos quedado con Susana Re para repasar su trayectoria y hablar del concierto que ofrecerá este próximo domingo, 13 de abril, en La Puerta Falsa.
Para comenzar la entrevista me gustaría preguntarte por el acontecimiento que marcó el inicio de tu carrera, ¿qué pasó en la velada del Romea en 1995, cuando te diste a conocer?
En 1995 yo era estudiante de la Escuela Superior de Arte de Dramático de Murcia. Algunos de mis compañeros fueron elegidos para hacer monólogos y pasajes de obras de teatro dentro de una gala en el Romera. Yo fui de espectadora, estaba en primera fila. Y cuando me di cuenta de que también había gente cantando -actuaron Corcobado y Los Chatarreros, y después Mercedes Ferrer- me entusiasmé. Claro, yo recordaba a Mercedes Ferrer de verla en la Bola de Cristal cantando “Tengo todas las calles”, con esa melena rubia y ese sombrero negro… Te hablo de cuando era adolescente, para mí la Bola de Cristal era algo fuera de serie: Santiago Auserón y Radio Futura, El último de la fila, Alaska… Mercedes Ferrer… Entonces, mientras veía a esta mujer cantar, les dije a mis compañeros de la Escuela: “Cuando termine de cantar me voy a subir al escenario y le pido la guitarra”. Y mis compañeros: “Tú estás como una cabra”.
Había unas escaleras que bajaban al patio de butacas, así que subí al escenario y le dije a ella: “Mercedes, soy cantautora, una estudiante de la Escuela de Arte Dramático, ¿me dejas cantar una canción? Que soy murciana, de aquí”. Y ella me responde: “Es que no sé quién eres. Si quieres, hablamos en los camerinos y ya pienso qué hago”. Y la miro y le digo: “Mira, Mercedes. Como te ibas a ir ya, pues te vas. Y yo me quedo en el escenario conmigo misma. Y no te preocupes, llévate tu guitarra, que yo cantaré a pelo. No pasa nada. Eso sí, primero voy a pedirle permiso al público, que es quien manda”. Total, que me mira de arriba abajo, me deja la guitarra y se larga…
¡Se quedó muerta!
¡Calla! Diría: “La criatura esta tan jovencita, y qué decidida y qué segura está”. Entonces, me acerco al público y digo: “Murcianos, soy una estudiante de la Escuela Superior de Arte Dramático y Danza. Sería feliz, si me dejáis cantar unas canciones mías”. Y empezaron a gritar: “Torera, torera…”. Así que canté una canción -hubo aplausos- y luego otra canción -y de nuevo aplausos-. Bueno, yo estaba con un subidón… Total, que termina la historia y nos vamos a la cafetería del Romea y me encuentro con Lorenzo Piriz-Carbonell, el director del Teatro Romea, y me dice: “Me has encantado. Te veo muy valiente. Si alguna vez grabas un disco, ven a verme y ya hablaremos”. Luego, también se me acercó un melenudo, Juan Antonio Cortés “El Pele”, locutor de Onda Regional, que organizaba festivales alternativos en el Malecón. Y me dijo: “Oye, que me has encantado, eres una valiente. ¿Quieres tocar la semana que viene en La Revolución de los Claveles, que es un festival homenaje a José Alfonso, junto a Luis Pastor?”. Y le digo: “¡Pues claro!”. Y allí que me fui. Tenía que cantar una canción en español y otra en portugués. Me aprendí de memoria una canción en portugués... ¡Madre mía del Carmen!
Y así fue como empezaste a dar tus primeros pasos en la música...
Claro, a partir de entonces, cuando me llamaban, por ejemplo, los ecologistas para que actuara en manifestaciones y actos por los animales en tal sitio, allí que iba yo con la guitarra y hacía lo que hiciera falta por la naturaleza y por los animales. Estaba muy vinculada a todo lo que tenía que ver con el medio ambiente. También, con el tiempo empecé a registrar mi obra en la Sociedad General de Autores. Me fui a Madrid…
Y llegó tu primer disco.
Sí, me compré mi guitarra Gybson y grabé Donde nace el amor en 1997 con el productor londinense Jay Padrino. Cuando lo tuve grabado fui a ver a Piriz-Carbonell y a Alfonso Riera, el director de la Fundación CajaMurcia, que me pidió el disco para oírlo. Cuando lo escuchó, al cabo de unos días, me llamó y me dijo que el disco le parecía precioso y que si quería presentarlo junto a Ismael Serrano y Jorge Drexler en un concierto que iban a organizar en el Teatro Romea. Y así fue como hice mi primera presentación.
Conseguiste volver a subirte al escenario del Romea, pero ya formando parte del cartel.
Eso fue brutal. Yo no me lo esperaba ni muerta.
Ya entonces eras Susana Re. Por cierto, acerca de tu apellido, mucha gente se pregunta si es artístico o es auténtico.
Re me viene por parte materna. Mi segundo apellido es Re. Soy Susana Martínez Re. No es una nota musical, sino el apellido de mi madre, que viene de Lorca y tiene procedencia italiana.
Así que, por un lado, tu madre te dio ese apellido tan musical, y, por otro, tu padre te aportó también una herencia musical…
Así es. Mi padre formó un grupo llamado Los Diablos Azules en el año 1963. Cantaron en el Club Remo. Iban en galera a cantar de pueblo en pueblo. Él tocaba la guitarra eléctrica. Y también, de pequeño, fue auroro. Y con los auroros aprendió a tocar la guitarra, el laud, la pandereta... Pero, cuando se echó de novia a la lorquina y la cosa fue más en serio, mi madre le dijo: “Mira, Mariano, la música es muy difícil. Siempre de aquí para allá… Así que tienes que elegir entre la novia o la guitarra”. Y vendió la guitarra para regalarle un semanario de oro a mi madre.
Susana, desde aquel lejano 1995 hasta hoy han pasado 31 años. Toda una vida...
Mi madre, que lo anota todo, me ha dicho que llevaré a mis espaldas unos 400 conciertos. Mi madre me ha acompañado a todos los conciertos que he dado por toda España. Íbamos las dos en el coche haciendo carretera y la que me acompañaba era mi madre. Eso es importantísimo. Todos los músicos van acompañados, y es muy normal que la familia acompañe a los artistas.
De hecho, tu madre y tú habéis formado un equipo inseparable durante toda tu carrera. No solo te acompañaba y te apoyaba, sino que también ejercía de representante...
Pues sí. Los mejores conciertos de mi vida me los ha conseguido mi madre. Por ejemplo, he tocado en el Palacio Longoria o en el Palacio de Guevara gracias a las llamadas de mi madre. Yo me he buscado los garitos: Libertad 8, Clamores, El rincón del arte nuevo, locales de Murcia, Almería, Mojácar, Carboneras... Pero, los lugares más bonitos han salido gracias a mi madre. No lo puedo negar.
Además, has logrado despachar nada menos que 30.000 discos sin el apoyo de una discográfica ni de una agencia de comunicación ni de representación, lo cual tiene un mérito increíble.
Así es, ofreciendo mi música me he metido en tiendas, carnicerías, pajarerías, en la feria de Lorca, en la de Albacete… Hasta me metí una vez en un puticlub, en un pueblo de Alicante. Eran las tres o las cuatro de la tarde. Iba con mi madre, no sabía que era un puticlub y me metí. Me presenté, les dije a las chicas que era cantautora y todas quisieron un disco mío firmado. Fueron encantadoras. Así que 30.000 copias significan 30.000 personas que tienen mi música. Yo creo que no hay otro caso así en España. Así que después de 30 años de carrera mi balance es que sigo creyendo en la gente.
Por otro lado, en clave femenina, también se puede decir que has sido una mujer pionera: la primera cantautora pop-rock en la Región de Murcia.
Pues sí, y además la primera que sacó una canción como “Dónde está la justicia”, que trata sobre la violencia contra las mujeres pidiendo a los jueces y a los políticos que cambiaran las leyes para proteger a las mujeres frente al maltrato antes de que saliera la ley de Violencia de género.
Los temas que tratas en tus canciones son muy variados, aunque predomina el amor. Pero, no necesariamente el amor de pareja, sino más bien el amor en su esencia más pura.
Claro, vamos a ver, por ejemplo, mi canción “El amor como bandera” habla de que dentro de nosotros tenemos que cuidar el amor a la sociedad, el amor por lo que nos rodea, el amor para mejorar nuestra parcela vital. De eso habla. Sólo el amor puede salvar a la humanidad y cambiar el mundo.
Y con tu trayectoria de más de treinta años, ¿sientes que a nivel institucional los gestores de la cultura oficial y de los escenarios públicos de la Región cuentan contigo y te reconocen como deberían?
Pues mira, creo que me tienen como el río Guadiana. A veces, subterránea, bajo la tierra. Yo me siento apoyada por la gente. Sí que es cierto que hace tiempo me dieron algunos conciertos, pero de eso hace ya mucho. Así que sí que me siento un poco olvidada por los que mandan. Pero mira, yo voy a tener esperanza, y la esperanza es ir buscando camino en salas privadas, como La Puerta Falsa, o la sala Clan Cabaret en Alicante, en Elche también. Entonces, lo que voy a hacer es buscar salas privadas, poner una entrada y tratar de ir a todas las radios que pueda. He pensado en Alicante, Almería y Madrid. Y confío también en poder abrir conciertos de artistas de primera fila, como Christina Rosenvinge, La Bien Querida u otras figuras así, porque yo sé que no tengo una gran fama. Tengo lo que he hecho como una hormiga. Pero, si me echaran ese capote…
Como va a hacer Fernando Rubio con Quique González en julio en Murcia
Claro. Mira, yo toqué gracias a Carlos, de Ibolele, abriendo para Vonda Shepard en el Festival de Jazz de San Javier. Fui su telonera y me dejaron utilizar su equipo, ¡cómo sonaron mi guitarra y mi voz! Eso me vendría bien… Pero, esas oportunidades hay que buscarlas yendo a los sitios. Como cuando fui a Onda Regional y me crucé con Lucía Hernández, o como cuando yendo al Ámbito Cultural de El Corte Inglés con Carmen Celdrán me crucé con Oché Cortes y, días más tarde, acabó dándose la oportunidad de salir en La 7 Región de Murcia. Pero, tengo que estar… Hay gente a la que se lo dan todo mascado, pero yo no soy así.
Este domingo 13 a las 19:30h no teloneas a nadie, tú serás la protagonista absoluta en La Puerta Falsa, ¿cómo va a ser ese concierto?
El concierto va a ser una preciosidad. Va a ser un concierto acústico y va a ser Susana Re en esencia. Van a asistir artistas invitados, como Chema Espejo, de Los Crudos, Pepe Navarro o Rosa Ramón, entre otros, que cantarán conmigo una canción mía. El repertorio va a abarcar desde las canciones más representativas de toda mi carrera hasta las de mi último disco, que es Vive el presente, y que estoy lanzando en las plataformas digitales desde finales de 2024. Es un disco formado al completo por temas inéditos, como “Tengo una vida para darte” o “Vive el presente”. El disco lo estoy subiendo a Spotify y Apple Music, pero todavía falta material porque en esto de las plataformas todavía no estoy muy puesta.
Pero, esa es la vía. Una vez que tienes tu música grabada y editada hay que darle facilidades al público para que pueda adquirirla. Además, tú tienes una legión de seguidores en las redes sociales.
Sí, tengo siete mil quinientos seguidores en Instagram, diez mil en Facebook… Y, aunque no domino eso, eso es lo que hay porque son seguidores reales, de los que voy encontrándome cuando salgo y hablamos de mi música. Y los que han querido seguirme no se han ido, se han quedado.
Como nosotros, Susana, que desde que te vimos por primera vez nos sumamos entre tus seguidores y nos quedamos. Muchas gracias por atendernos.
Muchas gracias a vosotros.
Las entradas para el concierto de Susana Re en La Puerta Falsa están disponibles en su punto oficial de venta AQUÍ.
Susana Re, una de las figuras más queridas y reconocidas de la escena murciana, llegó este pasado domingo, 13 de abril, a la Puerta Falsa para reencontrarse con su público más fiel y ofrecer un recital acústico con el que celebrar sus treinta años de carrera musical de la mejor forma posible: presentando además temas de su nuevo disco, Vive el presente, con los que mirar al futuro.
Así, dentro del templo musical con mayor solera de Murcia, en medio de un ambiente íntimo y cercano y ante un nutrido público que respondería sin dudar a la llamada de la artista, la primera cantautora pop-rock de la Región haría acto de presencia sobre el escenario a las 19:50h para desplegar su magisterio a la hora de combinar rock, country, folk y pop entrelazando piezas tan inspiradas y atractivas como “Espíritu de la tierra”, “Donde nace el amor”, “Mundos diferentes”, “En el Oeste” o “Demasiado tarde”, con las que completaría un primer tercio de concierto impecable.
A continuación, cediendo el micrófono a Rosa Ramón, que interpretaría “Chain of fools”, de Aretha Franklin, el recital -una vez superado un inoportuno intermedio impuesto, al parecer, por la dirección de la sala- se adentraría en una nueva fase en la que Susana Re daría entrada a dos nuevos invitados que, sucesivamente, desfilarían sobre el escenario junto a ella; en primer lugar, Fete Espinosa, que cantaría “Siempre estás allí”, de Barón Rojo, y, en segundo lugar, Chema Espejo, que haría lo propio con la emocionante “Zoe”, dedicada a su nieta.
Más adelante, afrontando la recta final de la velada, Susana Re deslizaría sobre el tapete de la noche murciana tres joyas de su repertorio -“Nada se detiene”, “¿Dónde está la justicia?” y “Héroes”- con las que cerraría felizmente una noche llena de magia, buena música y sorpresas entre las que merecería una mención especial la que le tributarían a la cantante los hermanos Francisco y Ángel Guirao, fundadores de la mítica banda, Los Ases, quienes cantarían a dúo sobre el escenario “Besa, bésame”; tema que se alzó con el segundo premio del Festival de Benidorm en 1969.
De este modo, culminando entre aplausos la velada a eso de las 21:25h, ya entre bambalinas Susana Re recibiría del público el cariño y el reconocimiento no solo por su concierto, sino por esos treinta años de dedicación plena a la música. En rigor, treinta años en los que esta auténtica pionera ha recorrido sin atajos un camino a veces ingrato, pero siempre marcado por el valor, el coraje y la honestidad de quien -sin trampa ni cartón- ha sido capaz de entregarse en cada escenario y en cada canción para mostrar con absoluta naturalidad toda la verdad, y nada más que la verdad.
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