Brillante final del "Luces, Acción!" en la sala REM
Este sábado el festival Luces, Acción! ponía el punto final a su andadura navideña con un concierto de lo más apetecible. En la flamante y céntrica sala REM, el cartel del evento anunciaba: Increíbles Ful, Los Fanáticos y The Meatpies. Así que, en una oscura y fría noche de enero, el mejor plan no podía ser otro que entrar, por el módico precio de la consumición, y dejarse atrapar por el brillo y el calor de la música en vivo.
A eso de las 23:45h terminaba la fiesta privada de clausura del mencionado festival y las puertas se abrían de par en par para que el público pudiera acceder libre al recinto. Con algo más de medio aforo ya cubierto, los nuevos asistentes pudieron encontrar pronto un agradable ambiente ya fraguado y sumarse a una fiesta en la que aún quedaba mucho espacio para moverse, encontrarse a gusto y encontrar, como suele suceder, a algún amigo.
Pocos minutos antes de la medianoche abría el espectáculo Increíbles Ful, una banda joven y prometedora que ya tuvimos oportunidad de descubrir y reseñar brevemente en la crónica del último concierto de Varry Brava en el pasado 2014. Así, con la intención de ampliar y complementar aquella buena, pero fugaz, impresión que nos dejó el grupo, nos apostamos lo mejor que pudimos entre el público dispuestos a prestarles la mayor atención.
Comenzaron los murcianos su recital con Estiro el brazo, una canción perfecta para presentar las credenciales del repertorio que vendría continuación. Y es que el tema, sinuoso, evocador y melódico, sirve como suave reclamo para sumergirnos y bucear en el desconocido mundo de sueños intangibles y sensaciones indefinidas que propone Increíbles Ful a través de un pop onírico e intimista en el que el lenguaje queda desarticulado, las palabras no definen conceptos, y la voz se convierte en una lejana cadencia del ritmo.
Instructor, Tus pestañas, Filamentos cítricos, Figueral o Círculos fueron composiciones que se sucedieron a lo largo de una serie en la que sería muy difícil destacar una canción sobre otra porque todas juntas compusieron un todo en el que la música y las voces de unas parecían alargarse, solaparse y fundirse armónicamente con las de las siguientes. Así, con canciones abiertas y sugerentes en las que cada pieza se engarzaba con la anterior sin cambios ni cortes abruptos, Increíbles Ful completaron un concierto no en desarrollo rotundo y lineal, sino difuminado y circular para hacer las delicias de los que tuvimos oportunidad de verlos y seguirlos de principio a fin.
Hacia la 1:15h, y previa visita al excusado del guitarrista, Los Fanáticos comenzaron la segunda actuación de la noche. Un concierto de rock puro, directo y sin complejos, que abrió el fuego con una auténtica descarga eléctrica gracias a temas como Supervivientes, Imaginar o ¿Quién se lo llevó? Todo un recital de sonidos contundentes basados en el protagonismo de las guitarras y unas voces que rezumaban desgarro y sinceridad.
Con el público expectante siguiendo el devenir del espectáculo, la veterana banda murciana cambió de tercio en búsqueda de sonidos más pausados y letras más reflexivas. Sigo aquí, Huyendo hacia ningún lugar y Solo por ti fueron los temas que marcaron este nuevo ritmo mediante el cual pudimos deleitarnos con la vertiente más lírica de Los Fanáticos. Pasado este tramo, regresaron los acordes más enérgicos para llevarnos en volandas hacia un final que, con el rock sureño de Incoherencias, terminó por dejar un agradabilísimo sabor de boca entre los asistentes.
El último asalto de la velada lo iba a brindar The Meatpies, una joven formación de la tierra que algunos amigos me habían recomendado encarecidamente no perderme. De esta manera, esperamos con gusto apoyados en la barra –como mandan los cánones- la tercera y última actuación de la noche que nos debía llevar a completar esta interesante faena musical de la mejor manera.
A eso de las 2:30h hicieron acto de presencia The Meatpies sobre el escenario de la sala REM. Una banda cuya presencia precisamente fue lo primero en llamar la atención gracias sobre todo a la soberbia altura de su guitarra solista, el cual, con 2,03 metros de altura, es muy posible que sea, en rigor, el guitarrista más grande de España. Bromas aparte, lo cierto es que esta banda, que completó íntegramente su repertorio en inglés, destacó por encima de todo por su propuesta cabal, sus sólidos argumentos, su animosidad, su riqueza y sus contrastes.
Moviéndose dentro de los parámetros del rockabilly, el soul, el swing, y el rock más clásico y armónico de los 50 y los 60, los chicos de Meatpies desarrollaron un animadísimo concierto en el que sus componentes se entregaron sin reservas desde el primer tema y en el que el espíritu Beatles anduvo muy presente en todo momento. Junto a las propias Ready for you, Comin around, Time to share, Dance & swing o Hear me roar, los murcianos hicieron sonar Drive my car de The Beatles y You never can tell de Chuck Berry dotando a su espectáculo de una variedad a favor de la cual también jugaron los acertados cambios de cantante en determinados temas.
Al final, alrededor de las 3:10h, y después de sufrir algunos problemas de sonido que enturbiaron un tanto las últimas canciones, The Meatpies puso fin a su recital culminando esta edición del festival Luces, acción! Sin duda, fue una noche de lo más grata para todos los que tuvimos la suerte de encontrarnos y conocernos en la sala REM. En definitiva, un evento con tres propuestas musicales muy interesantes y muy diferentes entre las cuales jamás deberíamos cometer el torpe error de elegir.