El Real Murcia echa a su afición de la Nueva Condomina
Segundo partido del Real Murcia en esta recién inaugurada temporada en Segunda B y segundo pinchazo de los pimentoneros que, tras no poder pasar del empate a uno ante el débil Villanovense en la Nueva Condomina, volvieron a dar a su cada vez más mermada y más agotada parroquia murcianista el primer disgusto en casa.
Un nuevo disgusto que, si cabe, se hizo más patente y sangrante después de haber contemplado minutos antes el extraordinario ambiente deportivo y festivo que se vivió en las calles, avenidas y carreteras de Murcia con motivo del paso de la Vuelta Ciclista a España. Sin duda, todo un espectáculo deportivo de primera magnitud que sirvió para sacar a la luz a esa masiva afición murciana ansiosa de volcarse con el deporte que algunos torpes dicen que no existe porque son incapaces de brindarle otra cosa que no sean disgustos.
Por eso, tras un día como el de ayer, poco puede importar decir hoy que el Real Murcia se adelantó por mediación de Arturo en el minuto 5 y que el Villanovense logró el gol del empate, que sería definitivo, gracias a Juan Guarnido en el minuto 43. Poco puede importar eso, como decimos, porque a estas alturas de la película a casi nadie le importa ya.
Por eso, lo peor no es que el arranque del equipo esté siendo realmente desilusionante. Solo llevamos dos jornadas, hay mucho tiempo para mejorar y seguro que se consigue. Lo peor es que la afición ha dado la espalda masivamente al Club y lo ha hecho con toda la razón del mundo. Porque no ha sido la afición la que se ha apartado del Murcia, sino el Murcia el que ha expulsado a la afición de su estadio al ofrecerle durante años nada mas que hiel, pero con la novedad, ahora, de pretender cobrársela al precio de la miel.
En fin, si el objetivo es dejar el Estadio vacío para que el día que se eche la persiana no se entere nadie, vamos por el camino correcto, ayer hubo 30.000 localidades vacías y ya sólo quedan 3.000 concentrados en el reducto del Fondo Sur… Enhorabuena.