El Real Murcia deja escapar dos puntos en casa
Partido interesante, el que se presentaba esta fría tarde de diciembre en la Nueva Condomina. El Real Murcia, que venía de recibir su segunda derrota consecutiva fuera de casa, pero que a la vez seguía empatado a puntos con la cabeza de la tabla, recibía al Burgos, un conjunto que, aunque ya no sea aquel mítico club desaparecido, siempre es un reclamo atractivo por los recuerdos que trae a los aficionados con más solera.
Así, con la intención de conseguir un triunfo en casa que le permitiera alcanzar de nuevo el primer puesto de la tabla, el conjunto grana saltó al césped arropado, una vez más, por su irreductible y fiel afición pimentonera. Ya comenzado el partido, los primeros compases sirvieron a ambos equipos para medir sus armas en un choque que se desarrollaba fundamentalmente en el centro del campo. Pero pronto fue a golpear el Real Murcia a su adversario, ya que en el minuto 12 Carrillo cazaba para enviar al fondo de la portería visitante el rechace con el que un defensor burgalés ya había evitado el gol de Javi Flores tras un magnífico centro desde la derecha de Jairo.
Con el 1-0, la sufrida parroquia murcianista saltó y celebró lo que parecía, por fin, el inicio de un partido tranquilo en la Nueva Condomina. Sin embargo, pronto se comprobaría que no era ese guión que iban a lograr trazar los jugadores para el encuentro de esta tarde. El equipo castellano, bien posicionado en el campo y con las ideas defensivas muy claras, comenzó a ganar presencia al tiempo que los murcianos no encontraban las claves para desembarazarse de la presión y armar buenas jugadas.
De esta manera, la presión y las imprecisiones se hicieron dueñas del juego. El Burgos apenas conseguía acercarse tímidamente a las inmediaciones del área grana a base de balones largos y faltas laterales, mientras que el Real Murcia casi no era capaz de hilvanar jugadas, y éstas se reducían a estériles contragolpes llevados casi siempre por jugadores en solitario y con poco apoyo del conjunto. Así, con el minuto 45 cumplido y con poco que contar, el partido terminó en su primer tiempo.
En la reanudación el Burgos trató de imprimirle un nuevo rumbo al partido enseñando los dientes a un cuadro grana que se vio superado por momentos. Así, ya en el minuto 5 el portero local, Fernando, tuvo que emplearse a fondo para salvar el gol del Burgos tras quedarse el visitante Cristian sólo frente a él. Todavía con este primer susto en el cuerpo, los castellanos volvieron a realizar un nuevo ataque que, esta vez sí, fue fructífero para sus intereses merced a una jugada desgraciada para los pimentoneros. Y es que en el 10 de esta segunda parte el murcianista Álvaro tocaba el balón con la mano en su área y el colegiado no dudaba en señalar un penalti que Cristian, resarciédose de su ocasión anterior, se encargó de transformar en gol. 1-1 empate, y mucha incertidumbre por delante.
A partir del empate de los burgaleses, el Real Murcia, lejos de reaccionar, comenzó a tambalearse y a mostrarse incapaz de sobreponerse al golpe recibido. El Burgos se sabía superior y, convertido en dueño y señor del partido, trató de aprovechar su momento para marcar su segundo gol. Pero, el equipo pimentonero, pese a todo, consiguía defenderse con solvencia y, con el paso de los minutos y gracias también al apoyo de su afición, empezó a dar señales de vida cuando ya pasaba el minuto 25.
La primera buena ocasión de la segunda parte para el cuadro local llegó en el minuto 26 a través de un disparo de Javi Flores que consiguió parar el meta visitante. También tuvo el conjunto castellano una buena oportunidad en el minuto 39 gracias a un remate de Carralero que consiguió desbaratar el portero local, Fernando. De esta forma, aunque la última del partido fuera para el Real Murcia y la tuviera en sus botas Javi Flores, hay que reconocer que el marcador de empate a uno, que ya no se movió, repartió con justicia los puntos en el día de hoy en función de los méritos realizados por ambos equipos.